Macri, «haciendo lo que vino a hacer» con la producción y el empleo

Un informe de la UNDAV reveló las consecuencias de la política económica del Gobierno, durante el último año. Derrumbe productivo, pérdida de empleos e inflación descontrolada. La imagen de Macri, atada a un plan económico que delata que Cambiemos está haciendo “lo que vinieron a hacer”.

La Universidad de Avellaneda (UNDAV) publicó un informe en el que refleja las implicancias de la política económica del gobierno de Mauricio Macri. El derrumbe productivo y los despidos son parte del paisaje al que Cambiemos intenta acostumbrar a los trabajadores.

Según el informe la actividad productiva del país continúa su tendencia descendente con casos cada vez más constantes de cierres de empresas, despidos por centenares, caída de la productividad y estancamiento del uso de la capacidad instalada.

Informe desalentador

Entre las cifras que revela el estudio se marca una baja del 30,2% de la producción en vehículos automotores, 27,8% en muebles y colchones, 26,8% en maquinaria y equipo, 17% en productos textiles, 12,3% en construcción y 7,7% en alimentos y bebidas.

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«Así la industria manufacturera registró una contracción de casi 16% en los últimos tres años», remarca la UNDAV que confirma las advertencias que los actores productivos y sociales vienen realizando año a año sobre las duras condiciones a la que los está sometiendo la política económica actual.

Al parecer, el gobierno de Mauricio Macri no repara ni en la pérdida de su capital político al momento de poner en marcha sus objetivos económicos y cumplirlos, incluso en un año con una impronta electoral tan fuerte.

Perdiendo imagen con Mauricio

Al compás de la destrucción de la industria nacional y el desplome del poder adquisitivo del salario la imagen pública del presidente Macri viene cayendo en picada. La acción de sus políticas son tan corrosivas para el tejido social que hasta está en duda su propia postulación a la presidencia.

Hoy, después de ocho elecciones provinciales en las que en ningún caso Cambiemos consiguió alzarse con la victoria puede afirmarse que el Gobierno nacional está recibiendo una dura respuesta de la sociedad en su conjunto.

La imagen de Macri es tan mala que incluso sus propios aliados del radicalismo decidieron presentarse por fuera de la coalición gobernante en la elección de Gobernador de la provincia de Córdoba, aún cuando ello podría haber permitido un acercamiento al candidato del peronismo que resultó ganador.

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Hoy son escasos los dirigentes que aceptan sostener las banderas de Cambiemos en alto, a menos que tengan la voluntad firme de inmolarse contra su propio capital político regional. Desde el mismo radicalismo salieron a manifestar su posición de desarmar la coalición de gobierno.

Haciendo lo que hay que hacer

La persistencia casi ascética del Ejecutivo nacional en el sostenimiento de esta política económica, más allá de sus consecuencias, devela que el gobierno de Mauricio Macri lejos está de “haber cometido errores”, como osan decir los funcionarios de la administración Cambiemos.

Detrás del derrumbe productivo, la inflación galopante y la destrucción del salario de los trabajadores se encuentra una planificación urdida hasta en sus últimos detalles. Es muestra de ello que ni la caída de la imagen del presidente Macri detiene la implementación de sus objetivos de máxima.

Es más, cuando en abril, Macri se mostró empático, por primera vez en años, a reconocer las duras condiciones que atraviesan los trabajadores, y se dispuso a aplicar medidas de congelamiento de los precios, el sector económico que lo acompaña salió con todo a cuestionarlo.

Entre esos actores que rodean al primer mandatario está un conocido del sector alimenticio: Daniel Funes de Rioja, presidente de la COPAL, que luego de criticar con dureza el congelamiento de precios porque “va a explotar todo como en el Rodrigazo”, maquilló su postura para alinearse al Gobierno.

Justamente ayer, fue el propio Funes de Rioja el que manifestó, insólitamente, que las empresas alimenticias nada tienen de responsabilidad en el aumento galopante de la inflación, algo que habla a las claras de la falta de sensibilidad social de los asesores presidenciales.

Mientras tanto…

El informe de la UNDAV reveló que en los dos primeros meses de 2019 se perdieron 12.089 puestos de trabajo en este sector y la caída de la producción y el cierre de fábricas se volvió una constante. Según el estudio Hay 137 mil empleos destruidos.

Así el sector industrial perdió 3.500 puestos de empleo por mes desde diciembre de 2015. El dato muestra que no puede tratarse de un error, a las claras, lo que la administración actual está haciendo con el sector del trabajo.

Muy por el contrario, cada vez parece quedarle menos dudas a la sociedad que el objetivo del macrismo es cumplir las promesas que le hizo al grupo de empresarios que lo rodea de socavar el poder adquisitivo de la sociedad para bajar los “costos laborales” de la patronal.

La opción es octubre

Si bien año a año las advertencias sociales, políticas y productivas fueron constantes, incluso desde organismos internacionales, quedó en evidencia que la continuidad, o no, de este modelo económico está atada a octubre.

Lo que pase en las elecciones nacionales va a definir si los trabajadores buscan continuar con la actual política de destrucción del salario y la producción o abrirse a la alternativa de reconstrucción del mercado interno.