La caída inflacionaria delata la estrategia de la patronal alimenticia

La caída de los índices inflacionarios para este año, comenzaron a delatar la estrategia de las empresas alimenticias de subir precios sin importar la coyuntura. Tras estar en el ranking del sector con más aumentos, las alimenticias quedan en off-side.

A pesar de las constantes subas de los productos alimenticios, que hicieron que el sector se ubique entre los que más aumentaron precios en el primer semestre, las consultoras privadas esperan que el tercer trimestre marque una baja del ritmo generalizado de inflación.

Así lo remarcaron las consultoras privadas quienes estimaron una inflación cercana al 1,7 por ciento, y una suba acumulada al final del año cercana al 40 por ciento. En este sentido, la estrategia de las empresas alimenticias volverá a quedar delatada.

Es que, desde que comenzó el año, las empresas de alimentos y bebidas no frenan con su afán de acumular ganancias y subir precios, incluso a pesar de que hay congelamiento de tarifas, no negocian paritarias con los trabajadores y no aumentan las naftas.

Inflación a la baja

La mayoría de las consultoras estimó una inflación en torno al 1,7% para junio y un aumento en los precios de los alimentos de apenas 0,9%. Hay alerta de aceleración para cuando termine la cuarentena.

Así, la inflación de junio se situaría cerca del 1,7%, cuando la de abril y mayo fue del 1,5% según el INDEC, por lo que la estrategia de las empresas de alimentos y bebidas de seguir subiendo precios más allá de cualquier contexto, va quedando aislada.

Sucede que, mientras se espera el dato oficial del INDEC, la mayoría de las consultoras privadas estimó una inflación en torno al 1,7% para junio, lo cual representaría una leve aceleración respecto al 1,5% de abril y mayo.

Ello redondearía la inflación trimestral más baja en mucho tiempo. El mercado prevé mayores aumentos hacia fin de año, aunque la intensidad de los mismos depende, fundamentalmente, de la duración de la cuarentena, las presiones sobre el dólar y la evolución de los precios.

Junio, con reactivación y baja inflación

Al igual que los dos meses previos, junio también estuvo atravesado por el aislamiento social y obligatorio para prevenir los contagios de Covid-19 en algunas ciudades del país. Sin embargo, se percibió una paulatina reapertura de actividades.

Eso fue lo que permitió incorporar más precios de referencia a las mediciones. Un ejemplo de esta situación fue la recuperación de la información para los comercios de cercanía, que contribuyó a mejorar el relevamiento en el capítulo de alimentos.

En este sentido, la inflación se mantiene en sus niveles más bajos, desde 2017, en este contexto, de pandemia. Pero se espera que la tendencia continúe, a pesar que las miradas están puestas sobre el comportamiento de las empresas de Alimentos y Bebidas.

Los números de las consultoras

Para Victoria Giarrizzo, directora del Centro de Economía Regional y Experimental (CERX), si bien los últimos datos de inflación representan una “gran noticia”, la situación es meramente coyuntural.

Esto, la consultora lo sostiene ya que hay “una economía sin precios en el sector de servicios y un sector de bienes bastante controlado en alimentos y bebidas”, algo que la COPAL está buscando romper, como afirmó su presidente, Daniel Funes de Rioja.

Precisamente, en alimentos, el rubro de mayor ponderación en los diferentes Índices de Precios al Consumidor (IPC), se observó una de las variaciones más bajas en comparación con el resto de las divisiones.

Tanto las consultoras Orlando Ferreres y Ecolatina, como el centro de estudios CREEBBA, reflejaron un aumento de apenas 0,9% en este segmento, y es por ello que las empresas alimenticias presionan por subas de precios al gobierno nacional.

Las alimenticias aumentan más allá del contexto

Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, explicó que la variación en alimentos respondió, por un lado, al escaso movimiento en los costos de las empresas ya que el dólar no se estuvo moviendo.

Pero, además, remarcó que las subas se dieron aún cuando no hubo aumentos tarifarios ni salariales y, por otro lado, a que el ajuste de precios en el rubro se dio en la primera parte del año y ahora los valores se acomodaron “para no quedar tan desfasados”.

Las proyecciones de las consultoras exhibieron que los dos rubros que más impulsaron el alza de los precios en junio fueron indumentaria, en un marco de subas estacionales, y aquellos vinculados con la vivienda y el mantenimiento del hogar.

Tras aumentar, van bajando del ranking

El economista jefe de CREEBBA, Gonzalo Semilla, explicó que este ascenso estuvo asociado a la mayor dedicación que las familias le están destinando al acondicionamiento de sus hogares en este contexto de cuarentena.

Esta coyuntura también se evidencio en el fuerte aumento registrado en la mano de obra para refacción de viviendas, que lideró los incrementos del mes de acuerdo con el relevamiento del centro de estudios.

En este sentido, las subas de precios del rubro Alimentos y Bebidas va perdiendo lugar en el ranking de aumentos, que protagonizó a lo largo de todo el primer semestre del 2020, cuando buscaron eludir todos los intentos de control de la inflación.

Una estrategia que se derrumba

Los números de las consultoras reflejan que la estrategia de subir precios indiscriminadamente y sin control de las empresas alimenticias va quedando evidenciada y comienza a perder fuerza, por la caída del consumo, el congelamiento de tarifas y la ausencia de paritarias.

Además, la existencia de un dólar estable, hace que las variaciones a los productos del rubro sean bajas. Sin embargo, la Coordinadora de Empresas de Alimentación buscan acelerar subas, para no perder terreno.

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