STIA Buenos Aires en alerta por despidos

El Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación que conduce Rodolfo Daer publicó un duro comunicado contra el modelo económico y por los despidos en las plantas de Alijor, Mondelez y Lagormasino

Desde el STIA Buenos Aires denunciaron por medio de un duro comunicado la situación del sector de la Alimentación y repudiaron el despido de trabajadores en las plantas de Alijor, Mondelez y Lagormarsino.

El descontento de los miembros del Consejo Directivo, miembros de las comisiones internas y cuerpos orgánicos viene en aumento por la ola de despidos de los últimos días. A esta realidad se suma la pasividad del Ministerio de Trabajo ante la política de las alimenticias de mejorar sus márgenes de ganancia y trasladar la crisis a las trabajadoras y trabajadores.

El malestar es particularmente grande con Mondelez,  ya que la empresa está llevando adelante despidos mediante la modalidad «por goteo». Es decir, realizan despidos individuales alegando causas económicas, técnicas, organizativas o de producción para evitar acciones colectivas y así la intervención del sindicato. Desde el STIA los ánimos están caldeados porque  no hay voluntad política de frenar los despidos ni de proteger el empleo.

El comunicado emitido el sábado por la mañana, parece ser el preludio de una semana próxima de alta intensidad y que estará marcada por los reclamos de Alimentación.

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Comunicado completo

El comunicado completo del STIA. firmado por su secretario general, Rodolfo Daer, se puede encontrar en la web del sindicato www.stia.org.ar o en el Facebook del STIA filial Buenos Aires por el cual suele interactuar con los afiliados y trabajadores de Alimentación

Desde el Sindicato de los Trabajadores de la Industria de la Alimentación filial Buenos Aires, declaramos el estado de alerta a raíz de los despidos en las fábricas de Alijor, Lagormasino y Mondelez. Informamos a las compañeras y compañeros que nos solidarizamos por la situación y que el STIA empleará todos los recursos posibles, dentro del marco de la Ley, para que los afectados recuperen sus trabajos. Rechazamos y repudiamos que sean las trabajadoras y trabajadores quienes hoy deban pagar los costos por el colapso de un modelo económico basado en la especulación financiera y contrario a los intereses populares. Denunciamos una vez más la inviabilidad del proyecto político de Mauricio Macri que hoy está afectando a los sectores más vulnerables. La desfinanciación de la educación pública, la pérdida de poder adquisitivo de nuestros jubilados, y la destrucción de empleo por el cierre de las Pequeñas y Medianas Empresas está causando una preocupante desintegración social. No se puede tolerar un modelo de país funcional a los intereses de un sector reducido de la sociedad, que permita la destrucción del sistema productivo y del mercado interno, que desampara a los más necesitados y que entrega la soberanía económica a organismos financieros extranjeros. Desde el STIA reclamamos una nueva política económica basada en la producción y el empleo; y que contemple el acceso a la educación de calidad, la salud y la vivienda para todos los argentinos.

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Rodolfo Daer  contra un modelo que no cierra

El secretario general del STIA viene transmitiendo su preocupación y alertando sobre la política económica de este gobierno. Desde los primeros plenarios tras la asunción presidencial de Mauricio Macri y por medio de diferentes medios de comunicación, Daer, tempranamente, se expresó sobre la coyuntura.

En diciembre de 2017 , el referente del STIA, Rodolfo Daer, reclamó al Consejo Directivo de la CGT por un paro y movilización para frenar la reforma previsional; medida que finalmente se concretó y movilizó una gran cantidad de trabajadoras y trabajadores de Alimentación.

En ese entonces la actualidad comenzaba a ser cada vez más difícil para los trabajadores, pero sin alcanzar la complejidad de hoy. Es decir, la situación iba de mal en peor, pero aún no se había consolidado un escenario en el que la inflación descontrolada licúe los salarios y los empresarios cuenten con la anuencia del gobierno. Tampoco el Ministerio de Trabajo era el que es hoy, que avala la política de despidos y desinversión del empresariado (y podríamos agregar del Estado). El panorama del sector productivo se torna cada día más oscuro por la política económica desacertada en el que el mejor negocio es especular con divisas, bonos y letras del Tesoro.

Sin embargo, y sin ir muy lejos, el simple hecho de que la tasa de interés se haya establecido en el 60% esta semana,  implica que sea prácticamente inviable cualquier tipo de inversión en el sector productivo. Pero además, la frágil bonanza financiera parece haber llegado a su fin. Los mercados ya no creen en el gobierno ni en su programa financiero, ven con desconfianza la posibilidad de una moneda equilibrada que está siendo sostenida por la subasta de reservas y la tasa de interés es la más alta del mundo, triplica la de Venezuela. Hoy nos encontramos en una situación de total dependencia del FMI y sin posibilidad de financiamiento externo.

Crónica de un final anunciado

En junio de 2018 Daer ya lo había adelantado en una entrevista. En esa oportunidad hizo un análisis exhaustivo en el que se refirió a la realidad política y económica, al paro de la CGT, paritarias y al sector alimenticio; que «Si el gobierno no escucha, será responsable de la crisis»

Rodolfo Daer describió lo que venía: “No aparece un plan económico que esté basado en la producción. Continúa existiendo una apuesta absoluta al sector financiero cuando lo que realmente se necesita en el país es un programa productivo que fortalezca a la pequeña y mediana empresa. Esto es necesario por dos razones: porque la Pymes son las grandes generadoras de empleo y porque se vinculan a la vida y desarrollo de nuestro país»

En mayo, apenas un mes antes, Daer emitió un duro comunicado sobre el contexto económico en el marco de un análisis sobre la coyuntura que intentaba marcar un contrapunto crítico con miembros del empresariado encabezados por Pagani.

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En ese momento el titular del STIA había afirmado: “se impone modificar de forma urgente la línea de las actuales políticas económicas, porque generan déficit y significan un retroceso esencial”. “El diálogo y la búsqueda de consensos entre todos los sectores es la respuesta para proteger a la industria nacional, sobrellevar la crisis económica y resguardar la vida de los argentinos”.