Crisis social: Intendentes negocian entrega de alimentos

Crisis social: Intendentes negocian entrega de alimentos

Los municipios bonaerenses comenzaron a negociar entrega de alimentos con empresas del sector para paliar la grave situación económica que comienza a emerger como consecuencia de la caída del salario, el consumo y la suba de precios de la canasta básica. Bimbo y Cresta Roja algunas de las señaladas.

Los jefes comunales de varios distritos bonaerenses, principalmente del primer y segundo cordón del conurbano, comenzaron a negociar con empresas del sector alimenticio la entrega de alimentos para paliar lo que vislumbran como una «dura recesión». Los intendentes buscan asistencia en el sector privado para paliar la crisis social que se vive.

La crisis económica empieza a tener efectos sociales inmediatos en los distritos del Gran Buenos Aires. Tanto la Gobernadora María Eugenia Vidal como los intendentes acopian alimentos y se alistan a lanzar programas de contención, según trascendió esta semana.

Entre las empresas señaladas aparecen Bimbo, en Hurlingham, y la avícola Cresta Roja, en Esteban Echeverría.

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Los intendentes de municipios bonaerenses negocian alimentos con empresas del sector alimenticio

Caída de la producción y el consumo

El freno en la actividad y la recesión producto de la crisis financiera se siente en la calle y hace que se enciendan las alarmas en el conurbano de la provincia de Buenos Aires, la región más afectada. En estos distritos no sólo los intendentes peronistas están alertas, si no que también los jefes distritales de Cambiemos comienzan a inquietarse.

Esteban Echeverría

«La situación social es crítica, la demanda social y de alimentos esta creciendo. En nuestro distrito, en los últimos 90 días aumentó un 38 % la cantidad de comedores y además estamos asistiendo con alimentos a trabajadores de empresas que cerraron como Cresta Roja», explicó el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray.

Cresta Roja
Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, reclamó por todos los medios al Gobierno de Macri solicitando que se solucione la situación de los trabajadores de Cresta Roja

Además de la mercadería que se da a los distintos comedores, el viernes, en su distrito, se formó una fila de 200 metros para pedir comida y en los últimos 15 días el área social atendió a cinco mil personas.

La Matanza

Por primera vez, debieron comenzar a hacer operativos nocturnos en los que también se entregan alimentos. En La Matanza, uno de los principales riesgos se da en el cruce de información sobre beneficiarios de planes sociales que hace que a una persona con la jubilación mínima se le quite los planes. «De esos 7.500 pesos que cobran, muchos tienen descuento por las moratorias y se endeudan con mutuales. Con lo que les queda no pueden comer», relatan desde el municipio gobernado por Verónica Magario. Explican que en estas tierras la cantidad de comedores entre 2015 y 2017 pasó de 84 a 160.

San Martín

En los últimos tres meses, el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, tuvo cifras aún más duras, ya que se contabilizó un aumento del 60% de quienes asisten a los comedores. A 12 kilómetros, en Hurglingham, los sectores más vulnerables también muestran su crecimiento. Desde marzo contabilizan 4 mil chicos más en los comedores.

Hurlingham

Para la entrega de mayor cantidad de alimentos, el municipio de Juan Zabaleta realizó convenios con empresas de la zona como Bimbo para que las tasas de Seguridad e Higiene sean abonadas con mercadería que se distribuye en los barrios más pobres. Además, previendo un fin de año conflictivo, se armó un plan de contingencia con distintos supermercados para iniciar un acopio de comestibles.

San Fernando

El Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, elaborado por la Universidad Católica Argentina mostró que en el Conurbano la asistencia alimentaria de la infancia alcanza al 37,7. En San Fernando, el impacto de la crisis mostró una particularidad: muchas personas comenzaron a llegar a los polideportivos municipales para bañarse en el lugar y así no consumir electricidad y gas en sus viviendas.

Merlo

«En nuestros territorios se da un combo explosivo que son la falta de trabajo, la ausencia del estado nacional y la inseguridad. En Merlo aumentamos en un 30% la entrega de bolsones de comida. Hay mucha gente que pisa por primera vez un comedor y llegan por los 700 comercios cerrados que dejó sin trabajo a miles de vecinos. A los argentinos los tienen en terapia intensiva y les siguen pidiendo que donen sangre para beneficiar a los sectores financieros no productivos», sostuvo el jefe comunal de Merlo, Gustavo Menéndez. En los partidos del conurbano la desocupación llegó al 11,3%.

Las tarifas también preocupan

Los intendentes del oficialismo tampoco pasan un buen momento. El sector de las Pyme, muy golpeado por la crisis, está afectando en los municipios de la primera (el norte y oeste del conurbano) y la tercera (el sur del conurbano) sección electoral, al igual que el impacto en los servicios públicos.

Un grupo de alcaldes le pidió una reunión al ministro de Energía, Javier Iguacel, por analizar qué pasará con las tarifas de luz. El costo del alumbrado público para muchos se incrementó hasta diez veces y se hace sentir en las cuentas públicas. Con una agenda apretada, aún no respondió cuándo se reunirá con ellos.

Eximición de pago de tasas

En el caso del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, al igual que Nicolás Ducoté (Pilar), lanzaron una serie de medidas. Martiniano Molina (Quilmes) y Ramiro Tagliaferro (Morón) se preparan para una crisis económica de alto impacto, dicen. En Lanús, los pequeños contribuyentes no pagarán el segundo semestre de la tasa de Seguridad e Higiene. Asimismo, se eximió del pago de este impuesto a los comercios e industrias que inicien su actividad entre julio y diciembre de este año.

En Pilar, Ducoté eliminó la misma tasa por tres meses, bajó los costos a la mitad para habilitar un comercio y prepara una reforma del Código de Habilitaciones para que «sea más sencillo, y menos burocrático», abrir un local, según confirmó el intendente. Un dato lo alarmó: en el período febrero-marzo-abril bajó la cantidad de pedidos para construir.

En la misma senda, en Quilmes lanzarán esta semana un proyecto de ordenanza para eximir de la tasa por Inspección de Seguridad e Higiene a los comerciantes monotributistas, con lo que el municipio dejará de percibir $1,4 millones mensuales. «Sabemos del esfuerzo de los comercios que son fuente de trabajo de nuestros vecinos y decidimos bajar la exigencia tributaria», apuntó Molina.

 

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