Criadores de pollos de Entre Ríos protestan por los precios para producir
Los avicultores reclaman una mesa de diálogo con los frigoríficos y el Estado porque aseguran que trabajan por debajo del costo de producción
Los criadores de pollos de la provincia de Entre Ríos comunicaron que podrían tomar medidas de fuerza para visibilizar la crisis por la que atraviesan a raíz de los costos de producción y comercialización con los frigoríficos y las alimenticias.
En Argentina hay unas 4.800 granjas avícolas y el 55% de la producción se realiza en la provincia mesopotámica, por lo tanto, la producción de todo el país puede verse directamente afectada por las medidas de fuerza de los productores.
Los criadores sostienen que se profundizó la brecha entre el costo y lo que les pagan por animal con nuevos agravantes: les llegaron boletas de luz de 100.000 pesos, aumentaron salarios y sube el dólar, moneda que fija el precio de varios insumos. Aseguran que la situación es grave y manifestaron que muchos plantean medidas de fuerza como cortes de rutas.
Peor que hace dos años
Entre Ríos concentra unas 2.400 granjas. Desde la cámara nacional que las nuclea señalaron que las empresas les pagan por debajo del costo. En 2016 avizoraban un futuro lleno de inconvenientes para poder sostener la tarea. «Estamos peor», dijo Ricardo Unrein, presidente de la Cámara Argentina de Productores Integrados de Pollos (Capip).
«Lo que pasa es que de parte de las empresas no hay respuestas. El pollo ha picado en punta y está a 40 pesos el kilo a la salida del frigorífico, cuando en agosto estaba a 17 pesos. Y ellos no tuvieron aumento en los costos, pero así y todo a nosotros no nos responden. Este verano el costo de la energía se nos ha ido de 0,3 centavos a estar entre 1,2 y 1,5 pesos (por animal). Nos está matando», argumentó.
Frigoríficos bien, productores mal
Unrein explicó que los frigoríficos están en un muy buen momento, pero la situación para el criador es todo lo contrario. «Estamos cobrando 4,5 pesos a 5 pesos por animal cuando deberíamos andar en los 8 o 9 pesos», explicó y esa diferencia es la que genera el mayor de los problemas que tiene este sector.
A un productor avícola integrado, algún frigorífico le aporta las cabezas –el pollito BB– el alimento para el engorde y otros insumos. La estructura, el trabajo y la energía eléctrica corre por cuenta de quien se encargará de la cría. Al tiempo, unos 48 días, las empresas retiran las aves y mediante una tabla de liquidación les pagan al productor. Por eso también están atados a las decisiones que tomen esas mismas empresas.
«Estamos por debajo del costo y eso acarrea un deterioro de las instalaciones y al pollo lo tenemos mal: no cumplimos con las normas de Senasa y así no se puede seguir. El frigorífico no responde, no nos da importancia. Además sobran galpones porque se achicó la cantidad de pollos», dijo Unrein.
Por otra parte, agregó: «Ellos (los frigoríficos) bajaron la producción entre agosto, setiembre y octubre en un 20% y no la han remontado por completo, por ahí solo un 10% más. Y cerró Cresta Roja en Buenos Aires que era un pequeño monstruo de 250.000 pollos diarios. Eso no está más y le falta al mercado. Por eso aumenta el precio. Al faltar, ponen el precio que quieren».
Mantenete siempre informado con www.infoalimentacion.com.ar