Alimentación inicia un plan de lucha por mejoras salariales
La Federación de Trabajadores de Industrias de Alimentación se declaró en estado de alerta y movilización tras el fracaso de las negociaciones paritarias con la cámara empresaria. El jueves las trabajadoras y trabajadores del sector marcharán a la sede de la cámara empresaria que se niega a otorgar aumentos de salarios.
Tras el fracaso recurrente de las negociaciones paritarias, la Federación de Trabajadores de Industrias de Alimentación (FTIA) convocó a una marcha para el día jueves 18 de abril a las 14:30.
La movilización se realizará frente a la sede de la Federación de Industrias Productoras de Alimentos y Afines (FIPAA) para reclamar por la actualización de los salarios de los mese de marzo y abril en el marco de la paritaria correspondiente al Convenio Colectivo 244/94 .
Una oferta insuficiente
Los referentes gremiales de las distintas filiales de Alimentación, entre los que se destacan Rodolfo Daer y Héctor Morcillo, expresaron su descontento con la actitud de la patronal que se niega a considerar los aumentos y extorsiona con la reducción de puestos de trabajo.
Cabe destacar que los paritarios de la FIPAA ofrecieron un 4% de incremento para el mes de marzo, cuando la demanda de los representantes gremiales es la de actualizar en función de la medición de la inflación para recomponer la capacidad de compra de los salarios.
Es decir que el ofrecimiento de la patronal se sitúa 7 puntos porcentuales por debajo de la inflación del mes.
Con una pérdida mensual del 7% de la capacidad de compra de los salarios, el acumulado anual podría alcanzar un número insostenible para las trabajadoras y trabajadores de Alimentación.
Los paritarios de Alimentación y los representantes de la cámara patronal no llegaron a un acuerdo después de varios encuentros en los que participaron miembros de la Secretaría de Trabajo.
Tras la marcha el gremio, se espera que las protestas se agudicen con un cese de actividades en forma progresiva.
Los reclamos por los salarios de las trabajadoras y trabajadores de Alimentación se dan en el marco de despidos y suspensiones en la actividad generados por la retracción en el consumo que promovió la gestión de Javier Milei como receta para bajar la inflación.
La vigencia del DNU y la posibilidad de que prospere la Ley Bases, suma aún más peso a la postura patronal y debilita a un gremio que tiene que negociar salarios contra la voluntad del Ejecutivo de poner dinero en los bolsillos de los trabajadores y de empresarios con libertad de despedir y que buscan avanzar contra la Ley de Contrato de Trabajo.
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