Reforma laboral: el gobierno cada vez más sólo con su proyecto
Luego de la reunión con la CGT los emisarios del Fondo Monetario se desentendieron de la reforma laboral y dejaron en evidencia a Mauricio Macri. El gobierno buscaba ampararse en el organismo internacional para justificar su avanzada. Cada vez más aislados.
El gobierno nacional quedó en evidencia ante la sociedad argentina y el movimiento obrero, una vez más, cuando la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) se desentendiera de haber exigido que se avance con un plan de reforma laboral en nuestro país.
La iniciativa viene siendo impulsada desde el oficialismo por pedido de parte del empresariado local que busca terminar con derechos históricos y reivindicaciones que los trabajadores consiguieron durante años y que las centrales obreras defienden incluso hoy.
La comitiva del FMI se reunió con los representantes de la CGT y le aseguraron que “nosotros no pedimos ninguna reforma laboral”. De esa manera el organismo internacional aisló aún más.al gobierno de Mauricio Macri en su intento por modificar los convenios colectivos.
Cambiemos subestima a la sociedad
Los funcionarios de Cambiemos, antes, habían intentado hacer pasar la medida cómo resultado inevitable de los compromisos que la gestión actual tomó con el Fondo, para no pagar el costo político de la decisión ante los trabajadores.
Sin embargo, ahora Mauricio Macri quedó más sólo en su determinación. Antes la representación del movimiento obrero, la oposición política y el parlamento nacional se habían pronunciado contra la iniciativa.
Funes de Rioja no puede fallar
Tal fue el rechazo que apenas un grupo de empresarios del círculo íntimo del Presidente, como Daniel Funes de Rioja, se seguían atreviendo a defender la propuesta de la coalición gobernante UCR-PRO.
El propio Funes de Rioja esta semana se refirió otra vez a la iniciativa que ni siquiera cuenta con aval legislativo. “La reforma laboral no desampara a los trabajadores” de derechos, dijo el empresario alimenticio en diálogo con el programa Mal Aconsejados, de Radio Caput.
La única alternativa del gobierno nacional era responsabilizar al organismo internacional para no quedar en evidencia sobre las intenciones y objetivos de esta iniciativa. Sin embargo, Roberto Cardarelli, el emisario, se encargó de desmentir al macrismo.
Ahora, si la búsqueda de una reforma a los convenios colectivos por parte de las autoridades nacionales no responde a exigencias del FMI, entonces la única opción es que su impulso fue pensado y diseñado en los sectores del poder local a los que escucha Mauricio Macri.
Es decir que queda a la luz que es el sector del empresariado argentino que exporta su producción el que acelera su reclamo en un contexto en el que ni los empresarios PyMEs le dan respaldo porque socavaría aún más el salario, y, por ende, el consumo interno.
De hecho los únicos que se verían beneficiados por la medida serían los sectores patronales más preocupados por la exportación que por el consumo interno. Sin reconocerlo buscan “facilidades para despedir”, ante lo que llaman “la industria del juicio” y las indemnizaciones.
Libertad para despedir
Si bien los beneficios para el sector del trabajo son nulos, la reforma laboral permitiría que los empresarios puedan eludir las normas que los obliga a cumplir con las indemnizaciones correspondientes en caso de despidos.
Pero, otra de las modificaciones que alientan desde el gobierno nacional es que los empleados negocien individualmente sus contratos de trabajo, dejando afuera las paritarias por sector en las que los sindicatos definen de manera colectiva aumentos y condiciones de contratación.
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Esta cuestión es crucial puesto que si así fuera el movimiento obrero comenzaría a perder el derecho que los ampara a una negociación salarial justa y por sector y cada trabajador se varía expuesto de forma individual a las pretensiones y presiones de los intereses empresariales.
En ese sentido los gremios, de manera unánime salieron a rechazar la iniciativa desde las bases hasta la representación más alta del movimiento de los trabajadores. Fue, de hecho, el propio Héctor Daer, principal referente de la CGT, el que expuso su rechazo sin titubeos.
De a poco el sindicalismo nacional fue alineándose paulatinamente contra la iniciativa que avanza sobre las conquistas y reivindicaciones del sector del trabajo.
Un consejo de notables!
Cómo la reforma laboral comenzó a perder consenso de manera acelerada la decisión de Macri fue aislarse más. Es por eso que la semana pasada creó un Consejo de Notables integrado por “especialistas” en materia laboral que asesoran al ministro de Producción, Dante Sica.
Los “notables” están presididos por Julio Simón, un hombre que viene del riñón del dirigente gastronómico, Luis Barrionuevo. El referente cegetista es uno de los pocos dentro del gremialismo que se ha declarado abiertamente a favor de la actual administración y su política económica.
El Consejo de Notables “asesorará” al ministro de Producción, Dante Sica, para elaborar un proyecto que modifique las leyes de contrato de trabajo.
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La decisión del Ejecutivo, formalizada a través de la resolución 60/2019 y publicada en el Boletín Oficial fue duramente cuestionada por la conducción de la CGT, que consideró que la medida constituye “un intento más por fundamentar la reforma laboral”.
Es que pese al derrumbe del consumo, la producción y el empleo el gobierno no da señales de querer revertir la situación económica y social por el lado de recomponer los salarios, sino todo lo contrario, de volverlos más inestables y con menor capacidad de compra.
Los fundamentos de la reforma
El plan del Ejecutivo contempla el reemplazo del tradicional sistema indemnizatorio establecido en la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) por la implementación en distintas actividades del denominado “fondo de cese laboral”.
El macrismo y los empresarios del “círculo chico” del gobierno nacional buscan reducir los “costos” de las cesantías de trabajadores en relación de dependecia.
Es un esquema similiar a la “libreta de desempleo” actualmente vigente en el caso de la industria de la construcción, que consiste en un aporte obligatorio mensual, que alcanza el 10% del promedio del sector, por parte del empleador desde el inicio de la relación laboral.
Ese “aporte” tiene el propósito de garantizar al trabajador un ingreso mientras se extienda su inactividad tras el despido. Pero, claro, reemplazaría a la indemnización tradicional.
El FMI dejó más solo al Gobierno
En su avanzada por acelerar el proyecto de reforma laboral, con cada vez menos consenso y legitimidad de la sociedad, y sólo escuchando al pequeño grupo de empresarios de su entorno, el FMI le quitó una excusa más al gobierno nacional.
«Queremos saber si el FMI está pidiendo una reforma laboral y de las jubilaciones porque el Gobierno no viene solo por regímenes diferenciales, también por la jubilación en general», había dicho Sebastián Maturano, hijo del histórico dirigente ferroviario de la CATT.
“Nosotros no pedimos ninguna reforma laboral” le contestaron los emisarios del FMI a los referentes de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, durante el encuentro que mantuvieron.
De esa manera Cambiemos volvió a dejar en evidencia que la iniciativa responde a las intenciones del conjunto de empresarios que sostiene este modelo económico, y busca más precarización.