La industria láctea le responde al presidente y niega maniobras oligopólicas
Desde el sector industrial lácteo le respondieron a Alberto Fernández tras las acusaciones de concentración de mercado y conductas de oligopolio.
Desde el sector lácteo cruzaron con dureza al presidente Alberto Fernández tras las acusaciones de concentración y maniobras oligopólicas.
Al referirse al caso Vicentin, el presidente sostuvo “Que en Argentina haya una gran empresa láctea, que concentra muchísimo el mercado lácteo, es la consecuencia de que hubo una época en que se cerraron 27.000 tambos en Argentina. El resultado es la concentración. Y que la leche se traslade irracionalmente cientos de kilómetros desde donde se produce hasta donde se pasteuriza y luego hasta donde se consume, es irracional. Lo que tendríamos que estar trabajando, y lo estamos intentando, es en un proceso que empiece a romper esas lógicas oligopólicas”.
Datos sobre la actualidad
Desde el Centro de la Industria Lechera (CIL), asociación que representa a pequeñas, medianas y grandes empresas del sector lácteo, respondieron con datos sobre la actualidad de este negocio.
Respecto al sector primario el CIL señaló que según el OCLA (Observatorio de la Cadena Láctea Argentina) “hoy existen 10.446 tambos que generan más de 45.000 puestos de trabajo de forma directa. Cabe aclarar, que esta cantidad de tambos se mantiene relativamente estable desde hace más de una década y los mismos produjeron 11.553 millones de litros de leche cruda en 2021, lo que representó una suba del 4% respecto al 2020”.
Además, resaltaron que “históricamente, las empresas lácteas han instalado sus plantas de elaboración y procesamiento cerca de los tambos remitentes, en las principales cuencas lecheras; y próximo a los centros de consumo, evitando, en lo posible, gastos de transporte innecesarios. Esto demuestra que la lechería es una actividad federal que promueve el desarrollo de economías regionales y facilita la generación de empleo genuino en diferentes localidades del país”.
Otro dato que señalaron es que los tambos se encuentran distribuidos principalmente en tres grandes cuencas lecheras: Santa Fe, con el 34% de los tambos, Córdoba con el 29% y Buenos Aires con el 21%. El resto, se encuentra ubicado en cuencas más chicas.
Mercado fragmentado
La reacción de la industria láctea a las declaraciones del presidente fue contundente y tuvo el objeto de sentar posición y aclarar que no existente maniobras oligopólicas ni concentración en el negocio lácteo.
Las empresas que se agrupan en el CIL detallaron en el comunicado: “Es importante destacar que la industria láctea argentina está muy atomizada. Existen más de 670 empresas registradas y 47 de ellas procesan más de 90.000 litros de leche cruda por día. Ninguna supera el 13% de participación en la compra de leche y, sumando las primeras cuatro, apenas alcanzan el 31% de participación acumulada. A diferencia de esto, por ejemplo, en Nueva Zelanda una sola empresa es responsable del procesamiento del 81% de la leche, mientras que, en Uruguay, un solo jugador recibe el 68% de la leche cruda”.
De la estadística presentada, se desprende que el principal jugador en el negocio lácteo de Argentina sigue siendo siendo la empresa Mastellone Hnos. con una participación del 12,1% en el mercado y la siguen de cerca, la compañía Saputo con el 11,8%.
En otro nivel, unas 24 empresas se disputan la mayor parte del mercado , sin que ninguna logre superar siquiera el 5% de participación respecto al total de leche producida.
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Un nuevo escenario tras la caída de SanCor
Tras la caída de SanCor el negocio lácteo se reconfiguró totalmente y comenzaron a lograr posicionarse en el mercado pequeñas y medianas empresas en el segmento de quesos y otros productos de alto valor agregado.
Desde el Gobierno colaboraron a esta diversificación de la oferta, por medio del auspicio para que las empresas más chicas también sean proveedoras del acuerdo de precios y tengan un lugar destacado a partir de la ley de góndolas, algo que en los supermercados se evidencia en los últimos meses.
Por último, desde CIL afirmaron: “Cabe destacar que el crecimiento de la producción de leche en el futuro depende fundamentalmente de la inversión que cada productor realice en tecnología, confort animal, sanidad y nutrición en su tambo, decisión que requiere necesariamente de una rentabilidad previsible. Si bien la demanda y precios internacionales auguran valores sostenidos para el futuro cercano, es necesario promover políticas de gobierno en materia de incentivos fiscales, créditos bancarios, infraestructura vial, etc. que fomenten el crecimiento de la producción y, en consecuencia, el desarrollo de la actividad”.
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