Salarios: los gremios activan la revisión sin los pies en el gabinete

Salarios: los gremios activan la revisión sin los pies en el gabinete

La cláusula de revisión salarial que los sindicatos negociaron durante el primer semestre comenzará a reactivarse a partir de este mes, sobre todo entre los gremios que no atravesaron el techo ficticio impuesto por el gobierno nacional, que se fijó en 15%

 

 

Septiembre arrojó una inflación acumulada de 20% para los primeros 8 meses de 2018. Si bien Macri subió a 20% el techo paritario, 23 de los 29 gremios ya quedaron rezagados. Preocupación porque las cláusulas de revisión de salarios se activan sin Ministerio de Trabajo.

La cláusula de revisión salarial que los sindicatos negociaron durante el primer semestre comenzará a reactivarse a partir de este mes, sobre todo entre los gremios que no atravesaron el techo ficticio impuesto por el gobierno nacional, que se fijó en 15%.

Si bien el propio Mauricio Macri se encargó de aclarar que esa pauta quedó disuelta tras los dos procesos devaluatorios previos al inicio del cuarto cuatrimestre del año, el movimiento obrero ya tomó nota sobre la necesidad de reabrir negociaciones para revitalizar los sueldos.

Anticipándose al pedido, el ex ministro de Trabajo citó, a principios de julio, a todos aquellos sindicatos que avalaron la pauta del gobierno nacional, para subir un 5% el techo de las paritarias.

Es que a la ola de despidos y la caída del valor del peso se sumó el aumento del costo de la canasta básica, que en los primeros ocho meses de este año subió un 30%, pauperizando aún más el poder de compra de los trabajadores.

La preocupación de los sindicatos es que la inflación ya empardó, en septiembre, a la mayoría de los convenios acordados con las cámaras empresarias y, si bien ya estiman reabrir las cláusulas de revisión, lo harán a poco tiempo de haber sido desjerarquizado el Ministerio de Trabajo.

Esto deja en situación de vulnerabilidad a las entidades sindicales puesto que la medida del Ejecutivo quita la cuestión salarial de la agenda de temas de la mesa de gabinete. Es decir, que los trabajadores dejan de tener un interlocutor de peso con el Presidente de la Nación.

Si, además, observamos que 23 de los 29 sindicatos más importantes son los que aceptaron el límite que el gobierno promovió queda en evidencia que la inflación ya está haciendo perder terreno al sueldo en un contexto donde además los trabajadores pierden diálogo con el gobierno.

Camioneros, Alimentación, Bancarios, Sanidad son algunas de las entidades gremiales que respondieron con más lucidez al pedido de las bases, y que, durante la primera parte de 2018 llevaron la suba salarial a números que superen la suba de precios generalizada.

En todos esos casos los referentes acercaron el mandato de las asambleas de trabajadores y delegados a las cámaras empresarias, obteniendo negociaciones favorables para los asalariados que exigieron no negociar sueldos por debajo del 25%.

Del modelo económico no se salva nadie

Así y todo, aun el selecto grupo de gremios que igualaron (y superaron) las cifras reales del alza semestral de precios, cuyo registro de la inflación acumulada de agosto llegó al 19,87%, llegarían retrasados, igualmente, a los números definitivos de la inflación anual.

Alimentación entre los gremios más coherentes

El atraso se da porque la expectativa inflacionaria del 32% anual que el gobierno de Macri le presentó al Fondo Monetario Internacional, al momento de sentarse a negociar haberes con el sector del Trabajo, antes del mes de mayo, es, hoy, una fantasía.

Es así que la brutal suba de precios provocada por la devaluación desbocada de agosto terminó de destruir hasta los acuerdos más coherentes del movimiento sindical de la primera mitad del año.

Es que si bien la mayoría de las organizaciones gremiales tienen cláusulas de revisión o actualizaciones a partir de octubre, algunas de ellas, como la UOM o el Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimentaria (STIA), podrá reactivarlas, recién, en diciembre.

Inflación cerca del 40%

Para diciembre, es esperable que la inflación haya superado esos acuerdos con una diferencia de no menos del 11% que puede bien acercarse al 15% para el final del año.

En este sentido, el secretario general de Metalúrgicos, Rubén Urbano, señaló que su gremio “viene arrastrando una decadencia del salario y una caída abrupta de lo que es el poder adquisitivo”, pero que esta situación es de vieja data.

El dirigente gremial expresó que “la UOM cerró por un 18,5%” y que ese porcentaje “ha quedado totalmente licuado a consecuencia de la inflación que va a llegar a superar aproximadamente el 32 o 33 por ciento”.

¿Gobernar de espaldas?

El secretario general del STIA Córdoba, Héctor Morcillo, aseguró que, si bien en el primer semestre quedaron “empardados (con la inflación), en diciembre veremos si el segundo período la inflación es mayor al 19% que tenemos nosotros por el primer período”, dijo.

Por otro lado, los petroleros reconocen que fue atinado el 20% acordado para los primeros siete meses, pero aseguran que posiblemente no alcance.

Macri, de espaldas a los trabajadores en plena caída del salario

“Seguramente nos vamos a quedar cortos, pero hay que ir viendo la evolución de cómo se van moviendo los precios y las tarifas para volver a sentarnos”, consideró Guillermo Borelli, secretario general de Sinpecor.

Sin ministerio no hay interlocutores

Tras conocerse el dato que la inflación de agosto fue la más alta del año, al llegar a 3,9%, economistas ya estiman que septiembre será uno de los meses con mayor incremento de precios y advirtieron que el índice anual rondará, en 2018, el 45%.

Fausto Spotorno dijo que «septiembre puede terminar entre 4,5 y 5%» y agregó que «nosotros estimamos una inflación para 2018 del 42% porque se vienen cuatro meses de muchísima inflación» y manifestó que “Argentina, técnicamente, está en estanflacion”.

Por su parte, el economista Rodolfo Santángelo pronosticó que «la inflación de septiembre va a dar 5% y en el año va a dar 45%». Más allá del acierto o desacierto de las estimaciones lo indudable es que hoy los trabajadores sufren el desamparo de un gobierno que eligió degradar el canalla de diálogo que los mantenía en la agenda de la mesa de gabinete.

De esa manera Mauricio Macri acaba de dar una señal claramente signada por la falta de voluntad de que el Estado intermedie entre el capital y el trabajo para proteger la capacidad de compra del movimiento obrero.

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