La Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA) firmó paritarias para el convenio Avícola en 20% y un bono no remunerativo de $ 3500 para fin de año
La Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA) firmó un acuerdo con el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) para el cierre de las paritarias en un 20% y un bono no remunerativo de $3.500.
El acuerdo tiene una doble importancia. Por un lado logró perforar el techo del 15% fijado por el Gobierno, y por otra parte permite mejorar la situación de los trabajadores que están lidiando con un escenario económico y laboral adverso a los largo y ancho del país.
El incremento salarial para los trabajadores de las plantas procesadoras de aves se realizará en dos partes: un 12% será retroactivo al mes de abril y el 8% restante se realizará en el mes de septiembre. Asimismo, se pagará a cada trabajador una suma fija extraordinaria (por única vez y no remunerativa) de $3.500.
El bono de fin de años se pagará en dos partes: $2.000 en diciembre de este año y $ 1.500 en febrero de 2019.
El acuerdo fue firmado por los paritarios de la Federación y los de la Cámara. Los representantes de la FTIA involucrados en el acuerdo fueon Luis Bernabé Moran, Héctor Ramón Morcillo, José Francisco Varela, Viviana Córdoba, Oscar Lana, Antonio Cardozo, Víctor Burgos, Daniel Leo y contaron con el patrocinio legal doctor Alfredo Matarrese.
Por su parte la Cámara empresarial (CEPA) estuvo representada por Julio Patiño y Carlos Sinesi, quienes fueron asesorados legalmente por el Dr. Eduardo Viñales.
Alimentación sigue negociando
Mientras tanto, los paritarios de la Federación continúan las negociaciones con la Cámara empresaria (FIPA). De hecho, al mismo tiempo que se daba a conocer el acuerdo del Convenio Avícola, los paritarios de la FTIA, entre los que se encontraba Rodolfo Daer, secretario general del STIA filial Buenos Aires; mantenían una tensa negociación en el Ministerio de Trabajo para intentar llegar a un acuerdo favorable para los trabajadores de industrias de la Alimentación.
El cierre del convenio avícola sienta un precedente positivo para lograr una mejora en la propuesta empresaria de Alimentación. En primer lugar porque confirma el «sinceramiento» del sector industrial con respecto a la inflación y el techo espurio que habían establecido Gobierno; y por otra parte, porque le quita a los empresarios el amparo que le brindaba el Gobierno. Cabe destacar que muchos de los acuerdos superiores al 15% obtenidos por otras ramas industriales fueron boicoteados por el propio Ministerio de Trabajo. Los casos de la UOM, aceiteros y bancarios fueron los más polémicos en este sentido.
Tras los sacudones devaluatorios recientes y los aumentos de precios registrados, se confirmó lo que era un secreto a voces. El Gobierno no iba a ser capaz de mantener una inflación por debajo del 20%, por lo que un arreglo del 15% supone un ajuste salarial liso y llano.
Un acuerdo necesario
El cierre de las paritarias, y la modificación del CCT en condiciones favorables para los trabajadores avícolas resulta una bocanada de aire fresco para un sector en crisis a lo largo y ancho del país. El conflicto de Criave, una avícola que emplea a una tercera parte de la población de Roque Pérez es un caso latente que pinta de cuerpo entero el panorama adverso que vive el sector.
Cresta Roja y Ovoprot también son casos resonantes que siguen sin resolverse. Con menor impacto mediático, empresas como Ex Avex en Río Cuarto, Insa en Entre Ríos y Granja Río Diamante también están sufriendo la crisis económica que golpea fuerte al sector y aún esperan respuestas frente a interrogantes laborales, pagos de haberes fuera de término y amenazas de despidos constantes.
El acuerdo por las paritarias es un alivio para los trabajadores de las plantas avícolas, quienes ya pueden darle un cierre a uno de los tantos frentes de batalla que los trabajadores mantienen abiertos en términos generales.
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