Los trabajadores despedidos en enero volvieron a pedir su reincorporación tras la segunda sentencia de la Justicia que respalda la denuncia de «persecución política» de los ex empleados de la empresa Molinos Río de La Plata
Los trabajadores despedidos de la empresa alimenticia Molinos Río de la Plata, prosiguen denunciando a los dueños de la compañía, tras el doble aval de la justicia a sus argumentos que se sostienen en la persecución política por su actividad sindical y su relación con el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación. Sostienen que la desvinculación está relacionada con sus actividad gremial y la Justicia avala sus argumentos.
El 8 de enero de este año, Luciano Greco, entonces delegado, se presentó a trabajar en la planta de Esteban Echeverría pero fue comunicado de su despido junto a otros 5 compañeros. El motivo de su desvinculación que les dio la empresa fue “bajo rendimiento”.
“Es un motivo inventado, nunca antes había sido acusado por la empresa para despedir a trabajadores. Fue para atemorizar al conjunto y a su vez esconder la persecución sindical», aseguró Greco.
Para Greco, los despidos “son de persecución” y para “meterle miedo a los compañeros”, porque la familia Pérez Companc es dueña de la firma y “no tiene dificultades económicas”.
La vuelta del reclamo tiene que ver con que la justicia falló dos veces a favor de los trabajadores. Los juzgados nacionales N° 29 y 77 dictaron una medida cautelar de reincorporación para Luciano Greco y otro compañero, que tenían fueros gremiales, pero la empresa aún no lo hizo efectivo.
“La empresa viene maniobrando, pegando vueltas para no cumplir con lo dictado por la justicia”, aseguró el ex trabajador y contó que los otros 4 compañeros iniciaron un juicio por reincorporación “por discriminación y persecución sindical”.
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