La caída del consumo impacta en la industria alimenticia
Según relevamientos privados las cadenas de supermercados atraviesan una fuerte caída de las ventas desde 2016 y algunas alimenticias son alcanzadas por la crisis
Según relevamientos privados, la actividad económica creció alrededor del 4% en términos interanuales en febrero de 2018, pero el consumo en las grandes cadenas de supermercados anotó otra caída del 3%.
De las diez grandes cadenas del sector, hay por lo menos cuatro que terminaron con rentabilidad nula o directamente con números rojos en su balance de 2017. Analistas aseguran que, en el sector, que se vienen fuertes programas de ajustes para “surfear” el mal momento que atraviesan.
Razones de la caída del consumo
Los referentes de la industria comercial estiman que existen algunos cambios «invisibles» como tendencias subterráneas. En 2016 la gente habría comenzado a gastar más en luz, gas y para cargar nafta. Por lo tanto le quedan menos recursos para gastar en compras. “Teníamos un subsidio al consumo por las tarifas regaladas, pero eso ya no existe más”, reconocen los supermercadistas.
Otro de los motivos que se subrayan para explicar la caída del consumo es un cambio en los hábitos a la hora de hacer compras, es decir, una modificación en el patrón de consumo. La gente elije negocios de proximidad y también crecieron las superficies mayoristas, ante la búsqueda de descuentos por parte de las familias.
Por otro lado aseguran que existe un boom de ventas por canales electrónicos. Las compras online volaron el año pasado, con un incremento del 52% en facturación y casi un 30 en ventas, totalizando 156 mil millones de pesos, según reveló CAME. Los “súper” todavía están lejos de poder dar batalla a compañías más chicas y ágiles que venden a través de la computadora o el celular. El mismo fenómeno afecta a grandes compañías internacionales, como por ejemplo Wal Mart.
Por último existe una aparición de nuevos gastos que impactan en el presupuesto familiar: El aumento en la venta de autos con planes de ahorro o créditos hipotecarios o viajes pagados en cuotas implican que las familias deben dedicar más dinero para afrontar esos gastos.
El caso Molinos
Los supermercadistas aseguran que la caída general del consumo ya está afectando, además, a la industria alimenticia. El caso más dramático sería el de Molinos Río de La Plata, uno de los fabricantes líderes de alimentos en Argentina. Según informó la Bolsa de Comercio esta semana, sufrió una pérdida de 187 millones de pesos en 2017. Sus costos aumentaron 22%, pero sus ingresos apenas 15.
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