Un reclamo que sigue vigente en el movimiento obrero
El 30 de noviembre la CGT Regional Córdoba recordó el 60 aniversario del Programa de La Falda. En el acto conmemorativo se colocó una placa recordatoria que hace alusión a los hechos que acontecieron en el hotel del Sindicato de la Alimentación en La Falda, sede del plenario que aprobó el Programa el 30 de noviembre de 1957.
Diversas personalidades del mundo sindical y de la política cordobesa estuvieron presentes en el acto realizado al mediodía en la localidad de La Falda. Entre los participantes, se destaca la presencia del secretario de la CGT Regional Córdoba, José Pihen; el Secretario Adjunto, Sergio Escalante y miembros del Consejo Directivo del STIA filial Buenos Aires.
STIA Filial Buenos Aires estuvo presente en La Falda
En sus palabras de agradecimiento, Sergio Escalante, se refirió al mensaje manifestado por Rodolfo Daer, Secretario General del STIA filial Buenos Aires, quien no pudo estar presente. Rodolfo Daer, también Secretario de Industria de la Confederación General del Trabajo señaló el inmenso orgullo por el acto histórico que se estaba llevando a cabo en el hotel de Alimentación. Por su parte, Escalante reivindicó el encuentro por tratarse de un momento de unión del movimiento obrero y de todo el peronismo. También señaló que en el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de la filial Buenos Aires siempre se está luchando por «construir una propuesta, una idea y una acción sindical parecida o mejorada a la que se construyó en La Falda en 1957». En un clima emotivo y festivo el acto concluyó con la marcha peronista a viva voz.
¿Qué fue el Programa de La Falda?
El 16 de septiembre de 1955 se realizó el golpe cívico-militar denominado Revolución Libertadora liderado por los generales Eduardo Lonardi y Pedro Eugenio Aramburu, respectivamente. El objetivo del proyecto militar era terminar con el gobierno peronista que gobernó durante casi 10 años y otorgó nuevos derechos a una gran mayoría de los habitantes del suelo argentino. Una de las medidas adoptadas por este nuevo gobierno fue la intervención de la CGT, columna vertebral del peronismo, la disolución del Partido Peronista y de la Confederación General Económica, la entidad empresaria que apoyaba el modelo justicialista. Paralelamente, se inicia la persecución –incluida la inhabilitación para ocupar cargos públicos- de los funcionarios anteriores y se llenan las cárceles de militantes sindicales y políticos. El famoso decreto 4161 prohibía utilizar los nombres de los líderes, de las organizaciones y los símbolos del peronismo. El movimiento obrero es identificado como el enemigo principal.
La Resistencia Peronista
La denominada Resistencia Peronista del sindicalismo tuvo lugar en los años 1956 y 1957 y se focalizó en la lucha por la recuperación de los gremios, intervenidos por los militares, se centró fundamentalmente en los sindicatos industriales. La mayoría de esos nuevos dirigentes, como Sebastián Borro en el Frigorífico Lisandro de la Torre, eran peronistas del campo nacional y popular. La primera CGT Regional recuperada fue la de Córdoba, que el primero de julio de 1957 elige en Plenario General a Atilio López de UTA como Secretario General (CGT legal).
Un hecho importante de esos años fue la convocatoria a un Plenario Nacional de Delegaciones Regionales y de las 62 Organizaciones, que se llevó a cabo en La Falda, Córdoba, donde se aprobó el proyecto obrero conocido como el Programa de La Falda, basado en los pilares del peronismo.
El programa planteaba una serie de ejes que implicaban a la Independencia Económica, el orden interno, la Justicia Social, la Soberanía Política y la Política internacional independiente, entre otros temas.
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