La inflación de abril alcanzó el mayor nivel interanual en 30 años

La inflación de abril fue del 6% y llegó a 58% en los últimos 12 meses. Las alimenticias volvieron a estar entre los sectores que encabezaron los aumentos.

El Indec informó que la inflación de abril fue de 6% en abril.

Si bien los aumentos de precios se desaceleraron con respecto a marzo, se mantuvo en niveles elevados y acumuló un 58% en los últimos 12 meses.

El registro de inflación informado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos no se alcanzaba desde el año 1992 y superó el 57,3% registrado en 2019 durante la gestión de Macri.

Sufren los sectores más vulnerables

La inflación interanual medida en abril superó el récord alcanzado en mayo de 2019, durante la presidencia de Mauricio Macri, cuando había llegado al 57,3% en doce meses.

Así, este último año fue el peor en materia de dinámica de precios desde la hiperinflación de los años 80 y principios de los 90.

Uno de los aspectos más preocupantes del dato difundido por el Indec es  que la inflación núcleo, que no tiene en cuenta ni los segmentos regulados por el Gobierno ni factores estacionales, se aceleró por tercer mes consecutivo para anotar un 6,7%.

El aumento de precios descontrolado que atraviesa el país, afecta severamente a los sectores informales y a las familias que destinan la mayor parte de los ingresos a la compra de alimentos.

Se estima que más de un 30% de los empleos son informales y que los trabajadoras y trabajadores sumidos en condiciones laborales precarias, no acceden a mecanismos de actualización salarial formales ni cuentan con representación gremial formal.

La pérdida del poder adquisitivo de los salarios de quienes menos tienen empuja, mes a mes, a miles de familias a la pobreza; una tendencia, que de no revertirse, amenaza con deteriorar aún más el tejido social y profundizar la crisis de representatividad política que vive el país.

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Las alimenticias encabezan los aumentos

El sector Alimentos y bebidas fue, una vez más, la división que más incidió en el avance del IPC.

De acuerdo con los datos del Indec, en este rubro se verificó un aumento del 5,9%. Un número que alarma y, sin embargo, es menor que los registros de febrero y marzo.

Según consigna el portal Infobae desde la cartera de Hacienda confirmaron que a nivel división, la inflación fue impulsada nuevamente por Alimentos y Bebidas no alcohólicas que, si bien redujo a 5,9% mensual, volvió a ser la categoría que más aportó (1,7 puntos porcentuales).

Dentro de la división, las mayores subas se dieron en Aceites y Pan y Cereales, que tuvieron subas de entre el 8% y 15% según la región, seguido de Carnes y derivados y Lácteos, con subas de entre el 5% y 7%.

Estos rubros fueron los más afectados por la suba de precios internacionales de los principales commodities durante los últimos meses.

Es que a las complicaciones derivadas por verse afectada la cadena de suministros y la suba en el precio de los commodities a nivel internacional, que ya había comenzado con la pandemia, se sumó el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que complejizó aún más el escenario inflacionario argentino.

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El Gobierno busca un abordaje integral

El ministro de Economía, Martín Guzmán sostuvo en declaraciones públicas recientes, que a la inflación “hay que atacarla con firmeza” y con un “programa económico consistente y creíble”.

El cuestionado Guzmán, afirma que la política macroeconómica de su cartera debe tener un “enfoque integral” que incluya «un bloque externo, un bloque fiscal, uno monetario y una complementariedad que son las políticas de precios e ingresos».

Alberto Fernández confía en el programa macroeconómico que firmaron con el FMI para sentar las bases y condiciones que permitan una desaceleración inflacionaria.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, confía en que habrá una tendencia inflacionaria a la baja en los meses siguientes si mejora el contexto internacional.

En este sentido, desde el Ejecutivo esperan ver buenos resultados en el corto plazo y asumen que la peor parte del impacto en los precios ya debería haber sucedido.

Desde el Palacio de Hacienda preparan el terreno para una menor presión inflacionaria con medidas concordantes  con el programa económico acordado con el Fondo Monetario Internacional: la reducción del déficit primario, el recorte de la emisión monetaria y la acumulación de reservas.

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