Alimenticias: Ganan, no reparten y aumentan
Según cuatro consultoras, la inflación de agosto se ubicará en 2,7% mensual y la inflación del año llegará al 18,7%. Las Alimenticias como Arcor y Molinos rankean la inflación, acumulan ganancias, pero no reparten, y así aceleran el deterioro salarial.
La situación semana a semana parece sumar más y más factores agravantes a la delicada situación salarial de miles de trabajadores y trabajadoras, pero como viene sucediendo son otra vez las alimenticias las que dan la nota.
Esta semana se conoció la noticia que dos de las gigantes del sector, Molinos y Arcor, que monopolizan más del 80% del mercado de alimentos y bebidas del país, tuvieron ganancias durante el primer semestre del 2020, a contramano de la recesión generalizada del país.
Así confirmaron la tendencia que vienen mostrando estás empresas que no paran de acumular números positivos en sus balances anuales, y que, sin embargo, no lo complementan con acuerdos salariales que mejoren la capacidad adquisitiva.
De esa manera, el escenario parece ir hacia un callejón sin salida en el que a la inflación se suma la actitud patronal mezquina y reticente que en las negociaciones busca aplanar el salario de Miles de trabajadores y trabajadoras.
El panorama es preocupante para el movimiento obrero porque desde los gremios entienden que otra vez la crisis deja a los más vulnerables expuestos a las dificultades económicas mientras las empresas no asumen sus responsabilidades.
Molinos, una ganadora en la recesión
En la semana se conoció el balance de la alimenticia Molinos, que reconoció ganancias durante el primer semestre, en el orden de los 608 millones,pero mostró su actitud descontextualizada de la realidad al pedir al Gobierno seguir subiendo precios.
Así, Molinos avanza con su política de suba permanente de precios, según lo definió antes de solicitar permiso para seguir acelerando la inflación y generando más impacto en la canasta básica alimentaria.
Es que las empresas del sector estuvieron a la cabeza del ranking inflacionario del 2020 y, claro, Molinos es una de las gigantes que estuvieron detrás de los aumentos. Lo llamativo es que ahora pretenda seguir subiendo precios.
Es que la alimenticia comenzó a aceitar sus influencias, potenciadas durante la gestión de Mauricio Macri, y salió a presionar al nuevo gobierno y al titular de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, para que le habilite subas de costos.
Serían incrementos surgidos del análisis de los números que están presentando las firmas en teleconferencias con el Ministerio de Desarrollo Productivo. Allí, Molinos pidió «adecuar» sus precios a una suba de costos que definió como «exponencial».
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Arcor, otra privilegiada en una época de padecimientos
Otra de las alimenticias que registró ganancias durante el primer semestre de 2020 es Arcor que declaró incremento de sus arcas por $1.129 millones, y se anotó entre los grandes ganadores del sector, en un contexto de adversidad económica.
La cifra duplica a la de Molinos pero marca la tendencia del sector que se destaca en un contexto en el que todos pierden, mes a mes, parte de sus salarios y el poder de compra, y es por eso que los gremios vienen reclamando que estás gigantes distribuyan.
Así lo hizo el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA) que negoció subas salariales y adicionales por encima del 20% en un contexto con una inflación acumulada en el año de 18,7%.
Es que en un contexto en el que la mayor parte de la población ve deteriorar sus salarios, son volcados a la pobreza por la suba de la canasta básica por los aumentos de las alimenticias, y otros acumulan y no reparten, los gremios son cruciales.
A pesar de la negociación paritaria, Arcor, que anunció que durante el primer semestre cerró sus balances con ganancias, todavía continúa intransigente al reclamo para reconocer un bono sanitario a los trabajadores.
Siguen pidiendo aumentos
A pesar del escenario que plantean las grandes alimenticias del sector, durante el encuentro con el ministro de Producción, las empresas volvieron a anticipar que necesitan aumentar precios al menos en un 25% más para cubrir costos.
Así lo afirmó el propio presidente de la Coordinadora de Industrias Alimenticias (COPAL), Daniel Funes de Rioja, quien defendió el accionar patronal de las empresas de Alimentos y Bebidas.
Pero, además, justificó el pedido constante de subas de precios de sus productos por los costos que le insume a las empresas, las maquinarias compradas al exterior, en dólares, y para las cuales han contraído deudas.
En tal sentido, las alimenticias comenzaron a alinearse detrás de la declaración del vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, para motorizar su demanda sectorial de continuar subiendo precios para que sus costos los paguen los trabajadores.
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La justificación patronal
Ya la semana pasada, la patronal del sector alimenticio salió a defender los aumentos de precios. Por eso, desde la coordinadora de empresas del sector señalaron que las subas se deben a la compra de insumos en dólares, al exterior.
Desde la Copal justificaron así los aumentos que introducirán a más argentinos en la pobreza, subiendo precios de las empresas del sector e impactando en la canasta básica.
El argumento vino luego que la entidad le presentó un esquema con aumentos al Gobierno nacional. Los empresarios aseguraron que los aumentos se debieron a la importación de insumos. Y así salieron a defender la lista de precios aumentados al Ejecutivo.
Sin embargo, desde el sector patronal no recalaron en la cantidad de argentinos que caerán en la pobreza el Gobierno concede las subas de precios que solicitaron.