Las grandes alimenticias golpean el bolsillo de los argentinos
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), reveló que el Índice de Precios al Consumidor subió 1,9% durante julio, y confirmó la tendencia que impacta en la canasta básica de alimentos y aumenta el número de personas que ingresan a la pobreza.
El país volvió a sufrir un duro golpe a mano de las grandes empresas alimenticias que volvieron a subir el precio de sus productos y elevaron el valor del índice de precios al consumidor y la canasta básica de alimentos, haciendo que nuevos argentinos entren a la pobreza.
Así lo confirmó el Indec la publicar, esta semana los índices del mes de julio, confirmando la tendencia al alza del valor de los alimentos, que impactan de manera directa en el bolsillo de los trabajadores y trabajadoras.
Como ningún otro índice, la Canasta Básica Alimentaria, golpea el status de vida de las personas que conforman el movimiento obrero, porque mide justamente si una familia es pobre o no, de acuerdo con la posibilidad que tiene de acceder consumos básicos.
El registro, marca además, que la actitud de las empresas de alimentos y bebidas lejos está de ser algo circunstancial, y que ya es una tendencia, la de subir precios más allá de contexto en el que se encuentren, priorizando sus ganancias por sobre el bolsillo de los trabajadores.
La costumbre de aumentar sin importar el contexto
A pesar que las empresas alimenticias subieron precios durante toda la primera parte del año, haciendo incluso que los valores de sus productos aumenten por encima del promedio inflacionario acumulado de los primeros seis meses, siguieron en el segundo semestre.
Así lo registraron los datos del Indec de esta semana, y confirmaron la tendencia ascendente de los aumentos de precios y la avaricia e indolencia social de la patronal del sector, representada por la Coordinadora de Empresas Alimenticias (Copal).
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) la suba de julio se ubicó tres décimas por debajo del 2,2% que había registrado en junio, pero confirmó que el valor siguió subiendo tal como lo venía haciendo con anterioridad.
Las subas
Según el INDEC, las mayores subas se dieron en los rubros alimentos y bebidas, indumentaria y equipamiento para el hogar, haciendo que el índice de precios al consumidor avance 1,9% durante julio, tres décimas por debajo del 2,2% que registró en junio.
Con esta suba, el acumulado del año alcanzó al 15,8%, mientras que la inflación minorista de los últimos doce meses ascendió al 42,4%. La cifra es menor que el año pasado pero la tendencia al alza de los precios de la canasta básica no se detienen.
Sin embargo desde la Coordinadora de Empresas Alimenticias (Copal) justifican las subas a partir de los costos internacionales de la producción alimenticia del país, en relación con los insumos.
Sin embargo, a pesar de justificar las actitudes patronales, se niegan a negociar aumentos salariales para que los trabajadores puedan vencer a la inflación y poder acceder a los productos de la canasta alimenticia que las patronales siguen haciendo subir de precio.
Los otros rubros
En julio, los rubros equipamiento y mantenimiento del hogar (3,9%) y recreación y cultura (3,3%) fueron los que mostraron mayor crecimiento, principalmente por subas observadas en los precios de equipos electrónicos y electrodomésticos.
En tanto, el rubro alimentos y bebidas no alcohólicas -el de mayor peso en la medición del índice-, registró un avance de 1,3% en julio, con aumentos en los precios de infusiones, frutas, carnes y derivados, y pescados y mariscos.
El ítem prendas de vestir y calzado, que exhibió un incremento de 3,3%, marcó una importante heterogeneidad entre regiones, con variaciones más altas en Cuyo y Patagonia en indumentarias, y subas mayores de los calzados en en la región Pampeana.
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En el Gran Buenos Aires, en tanto, donde las medidas de aislamiento siguen parcialmente vigentes, la variación de los precios de ambos rubros fue la menor a nivel país, lo que marca que el consumo también interviene en el alza generalizada.
Bienes y servicios
Durante el mes de julio, los precios de los bienes aumentaron 2,3%, y los servicios, muchos de los cuales tienen sus tarifas congeladas desde el año pasado, 1,1%.
En tanto, los precios de los productos atados a cuestiones estacionales, como es el caso de las prendas de vestir, el turismo o determinados alimentos, aumentaron 0,9% durante el séptimo mes del año.
En el primer caso, incidió la baja observada en verduras, tubérculos y legumbres, mientras que en el segundo prevaleció la estabilidad de los principales rubros que integran dicha categoría, principalmente tarifas de servicios públicos, planes de telefonía celular y servicios educativos.
Al analizar el IPC de julio, fuentes del Banco Central destacaron la «desaceleración» registrada respecto al mes previo, cuando se ubicó en el 2,2%, sin embargo la tendencia al alza no se detuvo, lo que confirma la actitud de las empresas alimenticias.
Más argentinos en la pobreza
Como consecuencia de la suba, aunque leve, las alimenticias volvieron a aparecer como protagonistas del aumento de precios de la canasta básica alimentaria, que mide la posibilidad de acceso de una familia a los consumos alimenticios esenciales.
Y así, mide, además, si esa familia es considerada pobre, o supera la marca de la pobreza. En julio, la inflación, tanto a nivel general como en la núcleo (2,5%), se ubicaron significativamente por debajo de la registrada en julio y diciembre del año pasado.
Pero, bajo la incidencia de los Precios Máximos y Cuidados, los valores de los alimentos y bebidas tuvieron subas, reflejando en parte los aumentos habilitados a partir del 15 de julio en las nuevas listas de ese programa, y marcando la aparición de nuevos pobres en Argentina.
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