Alimenticias aumentaron los precios sobre la inflación

Tras la difusión del IPC se confirmó que en enero se redujo “drásticamente” la inflación. Otro datos llamativo es que las alimenticias aumentaron en 2019 más que la inflación. El Gobierno prepara la Ley de Góndolas para frenar los abusos.

El Indec dio a conocer el IPC correspondiente al mes de enero de 2020, que resultó en 2,3%, el valor más bajo desde mediados de 2018, salvo por la medición de julio de 2019 que alcanzó 2,2%.

Así, en términos interanuales el incremento fue de 52,9% en los precios de los productos de consumo, salvo para el sector alimenticio que viene acarreando una suba acumulada en doce meses del 58,8%, cuando la inflación de 2019 fue de 53,8%.

Por eso, la suba acumulada en Alimentos y Bebidas es un dato que preocupa al gobierno nacional, porque es el sector que, a contramano del esfuerzo generalizado de baja del valor de los productos de consumo, opera con mayor resistencia.

Sucede que la suba de precios en el sector alimenticio es, así, aún mayor que la inflación promedio de todo un año. Esto quiere decir que las empresas alimenticias (las gigantes como Arcor, Molinos, Mondelez y Mastellone) volvieron a ganarle a la inflación.

Cinco puntos más que la inflación

El dato refleja lo que vino sucediendo durante toda la gestión del gobierno de Mauricio Macri: las empresas de Alimentos y Bebidas no dejaron de obtener ganancias extras al subir sus precios por encima del índice de suba generalizada de los precios.

Ello, más allá de que durante el gobierno de Cambiemos, los salarios de los trabajadores quedaron relegados ante el aumento del valor de los productos de consumo masivo, año tras año.

El Indec finalmente llevó a números ese proceso que sucedió durante los últimos cuatro años de neoliberalismo. Es que en esta ocasión consiguieron “ganarle” a la inflación por cinco puntos, que fueron al bolsillo de quiénes siguieron defendiendo a Macri.

Las cuatro alimenticias de siempre

Es más, la marcada concentración que existe en el rubro alimenticio permite avizorar cuáles son las empresas que se llevaron la tajada más grande de esa ganancia: se trata de Arcor, Molinos, Mondelez y Mastellone, las cuales tienen en sus manos el 80% de la oferta.

Es que éstas gigantes del sector son las propietarias del 80% de los productos que consumen y llevan a su mesa los argentinos. La fenomenal concentración en pocas manos (oligopolicamente), permite que acuerden aumentos de precios “a puertas cerradas”.

Ello se logra, justamente por la ausencia de competencia del sector, y de una oferta alternativa que dispute desde el precio y la calidad a sus productos, su lobby y sus acuerdos con las grandes cadenas de supermercados.

Un gobierno que miraba para otro lado

Está claro que esta situación se perpetuaría para un gobierno como el de Cambiemos, que decidió mirar para otro lado ante los abusos de la patronal contra los sectores del trabajo y contra el salario del movimiento obrero.

Es que, por supuesto, los acuerdos de las alimenticias perjudicaron de manera directa al poder adquisitivo de los trabajadores y son la causal de los cinco puntos que el INDEC midió sobre los últimos doce meses.

Si se tiene en cuenta que la familia Pérez Companc, fue socia, amiga y aportante de la campaña del anterior presidente, al igual que lo hizo Arcor, se podrá comprender por qué la gestión macrista miró para otro lado ante los abusos de poder de estas compañías.

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Un gobierno que NO mira para otro lado

Sin embargo, el cambio fue en diciembre, cuando, con la asunción de Alberto Fernández, el actual mandatario dejó en claro sus objetivos al enviar al Congreso el proyecto de Ley de Góndolas, para “democratizar” la oferta en los supermercados.

La iniciativa apunta al corazón del lobby patronal de las gigantes alimenticias, y marca el cambio de rumbo de la política nacional en beneficio de la reactivación salarial, del consumo y de la producción del mercado interno.

Por eso las empresas ya pusieron el grito en el cielo y salieron a manifestar su oposición al proyecto, que cuenta con media sanción en la cámara baja, y se espera que en marzo se convierta en Ley.

Sin embargo, desde el gobierno ya miran a las principales alimenticias, como Arcor y Molinos, por las subas injustificadas de precios de sus productos, en un contexto de inflación a la baja.

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En el oficialismo creen que la norma podría reducir el valor de los productos alimenticios y evitar los acuerdos para “cartelizar” precios, como vienen llevando adelante las empresas del sector, de espaldas a los consumidores.

Para peor, luego de las elecciones PASO, en agosto de 2019 cuando el ex presidente Macri decidió quitar el IVA a una canasta amplia de alimentos, la medida no derivó en una reducción de precios sino en un aumento encubierto de los mismos.

Esto quiere decir que se mantuvieron los mismos valores de venta al público pero sin incluir en el mismo el IVA, y obligó al nuevo gobierno a resolver esta cuestión ni bien asumió.

Fue el gobierno de Alberto Fernández el que, desde el mes de enero relanzó el programa Precios de Precios Cuidados que permite verificar el funcionamiento del programa como ancla nominal de precio.