La Argentina de Macri: de país emergente a la emergencia alimentaria
Hace cinco años Argentina fue incluido en la categoría de país emergente. Desde que asumió Macri el país pasó a duplicar la cantidad de argentinos que no pueden cubrir una alimentación básica.
El Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) reveló que entre 2016 y 2018 se duplicó la cantidad de argentinos y argentinas que no pueden cubrir una alimentación básica.
La cifra alerta de sobremanera puesto que hace cinco años el país se sentaba a la mesa del G20 a discutir políticas de desarrollo de un país desendeudado y con un horizonte mucho menos incierto que el actual, en el que la economía de Cambiemos destruyó la producción.
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La constante de despidos, cierres de empresas, derrumbe de la actividad productiva, caída de la capacidad instalada de las industrias, caída del consumo y del salario concluyó en una Argentina con cinco millones de pobres.
Es así que numerosas organizaciones sociales y entidades gremiales salieron a reclamar que el gobierno de Mauricio Macri decrete la Emergencia Alimentaria para que el Estado nacional garantice a la población el acceso a los alimentos básicos.
Entre ellas se encuentran los gremios nucleados en la CGT, dentro de los cuales está el Sindicato de la Alimentación (STIA), quienes la semana pasada llevaron al Consejo del Salario la iniciativa de llevar el mínimo a 31 mil pesos para todos los trabajadores.
“Pobreza Cero”
Lo paradójico es que toda esta historia comenzó en 2015 con un candidato prometiendo que entre sus objetivos políticos se encontraba la Pobreza Cero. Con esa consigna proselitista convertida en una parodia, hoy el país atraviesa uno de sus peores momentos.
Ya en el segundo semestre del 2018 la pobreza había alcanzado al 32% de la población, según el informe de la Universidad de Avellaneda que, además, revela que en el último año hubo aumento de precios de alimentos básicos con subas de hasta el 90%.
El estudio amplía sobre el incremento de precios de los alimentos básicos en los últimos 12 meses y los resultados son preocupantes: la leche aumentó un 88,7%; la manteca un 88,3%; las salchichas un 84%; los fideos un 74%; el arroz un 70,9%; y el pollo un 70,3%.
Consejo del Salario
En el encuentro realizado la semana pasada en la sede del Ministerio de Trabajo para discutir los sueldos, los gremios dieron muestra nuevamente de intentar resolver la crisis apostando a recomponer la capacidad adquisitiva del salario de los trabajadores.
En este sentido, el intento por alcanzar una propuesta con el Gobierno Nacional y los empresarios para llevar el salario mínimo 31 mil pesos para cualquier trabajador chocó con la negativa patronal y con el propio gobierno que implementaron un aumento del 35%.
Así, de los 12.500 pesos que representaba el salario mínimo pasó a 16.000, una cifra ampliamente superada por los índices inflacionarios que se aceleraron en el país luego de las elecciones primarias de agosto.
Con el fracaso de la iniciativa del movimiento obrero a cuestas los gremios comenzaron a discutir la estrategia para recuperar el salario de los empleados por una vía distinta, y ante la intransigencia de las patronales.
La emergencia alimentaria
Ante esta situación los gremios salieron a reclamar para que el gobierno de Mauricio Macri acelere el procedimiento de emergencia alimentaria para asistir a las personas que no pueden acceder a la alimentación mínima.
Primero fue la Confederación General del Trabajo (CGT) la que se pronunció por este procedimiento y después se complementaron los gremios de base y otras centrales sindicales.
El reclamo cobró volumen luego que fracasara la reunión del Consejo del Salario realizada la semana pasada en la sede de la Secretaría de Trabajo de la Nación, junto al Gobierno Nacional y los empresarios del país.
Indigencia
Un informe de la UCA complementó los datos de pobreza arrojados por la Universidad de Avellaneda. “La UCA estima que mientras en el 2015 el porcentaje de indigentes alcanzaba el 4,5%, pasó a alcanzar el 6,1% en 2018”.
“En el caso de los menores (0 a 17 años) el porcentaje pasó desde el 7,8% hasta el 10,9%, por lo que una de cada 10 niñas, niños y adolescentes no llegarían a cubrir siquiera un consumo alimentario básico”, expone el documento.
El informe elaborado por el equipo de economistas de Economía UNDAV, advierte que, entre el primer semestre de 2016 y el segundo semestre de 2018, la tasa de indigencia llegó al 6,7% en el país y al 7,3% en el Gran Buenos Aires.
Así en el país, la tasa de indigencia pasó del 6,3% en el primer semestre de 2016 al 6,7% en el segundo semestre de 2018, lo que supone un aumento de más del 6%; mientras que en el Gran Buenos Aires la tasa subió del 6,2% al 7,3%, o sea un incremento de más del 17%.
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En base a datos del INDEC y del Ministerio de Trabajo, el documento de la UNDAV indica que, entre julio de 2018 y julio de 2019, los alimentos y bebidas aumentaron casi el doble que lo que aumentó el salario mínimo.
La conclusión refuerza el reclamo de los gremios de base y de las centrales obreras para que se acelere la emergencia alimentaria. Un reclamo inverosímil si nos retraemos cinco años para atrás.