Tía Maruca solicitó la apertura del concurso preventivo por una deuda de 300 millones
La grave crisis que golpea al sector industrial hace estragos en las alimenticias. Las medidas del macrismo pusieron Tía Maruca al borde del abismo. Temor por los puestos de trabajo.
La fabricante de galletitas Tía Maruca solicitó la apertura de un concurso preventivo por el abultado déficit contable.
El pedido fue solicitado en los tribunales de San Juan, donde se ubica su planta principal; más precisamente en la localidad de Albardón.
La tradicional fábrica de galletitas realizó la presentación judicial con el objetivo de iniciar una etapa de reestructuración de su deuda, la cual asciende a casi $300 millones.
En julio de 2018 trascendió que la compañía arrastraba una deuda bancaria de $133,7 millones.
Durante el último año, como consecuencia de las políticas económicas del gobierno de Macri, la situación económica de la empresa se viene complicando hasta tal punto que se vio obligada a solicitar una reestructuración de deuda para poder continuar operando.
Es que el aumento de los costos, la apertura de las importaciones, el desplome del consumo y la alta inflación no le dan tregua a las arcas de la fábrica de galletitas dulces.
El panorama de la empresa a cargo de Alejandro Ripani, es realmente complicado y desde el ámbito gremial están realizando gestiones para que no se pierdan los empleos.
Tía Maruca nació en 1998 con una pequeña fábrica artesanal en la localidad bonaerense de Ramos Mejía y su nombre es en honor a la tía de un amigo de uno de sus fundadores, quien nunca llegó a conocer los productos.
Peligran 600 empleos
Los problemas de Tía Maruca, que emplea a 600 personas, comenzaron luego de la adquisición de Dilexis en marzo del 2017.
Dilexis es una planta que pertenecía a la multinacional Pepsico en San Juan y en la que producían las galletitas Toddy.
La operación de compra contempló, además, el traspaso de algunas segundas marcas de Pepsico, y un contrato por tres años para que Tía Maruca continúe produciendo en la provincia las Toddy, que de todos modos sigue perteneciendo a Pepsico.
El acuerdo incluyó la continuidad laboral de los 400 empleados de la planta de la multinacional y la obligó a invertir $200 millones para financiar el incremento de producción.
Sin embargo, el devenir de la economía argentina no fue el esperado y las inversiones y esfuerzos chocaron contra un modelo económico basado en la especulación financiera, el enfriamiento de la economía y el achique del mercado interno.
La empresa controla actualmente alrededor del 5% del mercado local de galletitas, que está liderado por Bagley y Mondelez, además de otras marcas más pequeñas como Granix, Don Satur y 9 de Oro.