La Copal culpa los gremios por posibles subas de «productos esenciales»

A pesar que de la devaluación que está sufriendo nuevamente el peso y de los constantes aumentos en los productos alimenticios, la Copal responsabilizó a los trabajadores por posibles incumplimientos en los «productos esenciales». La razón, las protestas de los trabajadores.

En otro intento de arrojo desenfrenado para defender la política económica del Gobierno nacional, la Coordinadora de Empresas Alimenticias (Copal), salió a culpar a los trabajadores que hacen paro en caso de que aumenten los “productos esenciales”.

Fue el propio Daniel Funes de Rioja, presidente de la entidad que nuclea a la patronal alimenticia el que buscó desembarazar al gobierno y a su política monetarista y de laissez faire cambiario, y aprovechar para responsabilizar a los sectores del trabajo.

El vice de la UIA aseguró que la medida de lucha de las organizaciones sindicales del día 30 de abril pusieron en riesgo el normal abastecimiento de las góndolas y que eso podría haber ocasionado que se incumplieran los acuerdos con el Gobierno.

Funes de Rioja aprovechó para despacharse, una vez más, contra las medidas de lucha del movimiento obrero organizado y deslegitimar la protesta de cara a la opinión pública, los medios y la sociedad en su conjunto.

La vara diferencial de la Copal

A pesar que las principales alimenticias que firmaron el acuerdo con el Gobierno para fijar el precio de los «productos esenciales» anunciaron aumentos de un 15% en sus productos por la devaluación de la moneda de los últimos días, no hubo referencias de Funes de Rioja.

El presidente de la Coordinadora de Empresas Alimenticias (Copal) evitó referirse a la maniobra de las gigantes alimenticias que empuja, de hecho, a incumplir el acuerdo trazado con el gobierno nacional.

Sin embargo el titular de la entidad evitó referirse a esta decisión y directamente responsabilizó a los trabajadores por la posibilidad que sea incumplido el acuerdo, a partir de las medidas sindicales.

Es que los productos que las alimenticias aumentarían son, de hecho, sobre aquellos productos de los que debía congelarse el precio hasta el mes de octubre.

“Preocupación antisindical”

Daniel Funes de Rioja manifestó «su preocupación por el impacto de las medidas de fuerza en el cumplimiento del programa Productos Esenciales» en otra señal de su posicionamiento antisindical.

El dirigente alimenticio, perteneciente al “círculo rojo” del gobierno de Mauricio Macri, ya se había pronunciado en otras ocasiones en el mismo sentido, afirmando que la inflación estaba condicionada por las negociaciones salariales de los trabajadores.

“Las paritarias deben contribuir a no aumentar la expectativa inflacionaria”, había dicho el dirigente de la UIA preludiando que los gremios, en las negociaciones salariales, saldrían a intentar recomponer el salario.

Sus declaraciones fueron hechas el año pasado, cuando el Gobierno empezaba a perder el crédito social para bajar la inflación aunque aún era verosímil su intención de luchar contra el flagelo que acucia al bolsillo de los trabajadores.

Claro que hacer esa declaración luego de llamarse a silencio cuando, meses antes, las alimenticias subieron “preventivamente” los precios de sus productos por la brutal devaluación, es, al menos, llamativo.

15 puntos de aumento sobre la inflación

Lo más insólito de las declaraciones de la COPAL es que durante 2018 las empresas alimenticias aumentaron el valor de sus productos en un 64%, cuando la inflación de ese año fue del 49%.

Es decir que elevaron 15 puntos más que la inflación los precios de sus mercancías, obteniendo ganancias en un año en el que para la sociedad trabajadora su salario sólo conoció pérdidas en el poder de compra.

Sin embargo, para Funes de Rioja ese aumento por encima de la inflación, que claramente movilizó más inflación (sólo destinada a engordar las ganancias de las alimenticias), no ameritaba cuestionamientos porque “los empresarios necesitan recuperarse”.

A pesar de esa suba brutal de los precios del año pasado el propio Funes de Rioja aseguró, esta semana, que “las empresas de COPAL adhirieron voluntariamente a los Precios Esenciales porque entienden la realidad económica social por la que pasa el país».

Abriendo el paraguas

Antes de asegurar que Funes de Rioja asegure que «esperamos que el contexto económico y político no ponga en riesgo los compromisos asumidos con el sector empresario”, fueron las propias alimenticias las que anunciaron aumentos en sus productos desde el propio lunes.

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Según manifestaron desde varias cadenas de comercialización, las gigantes del sector enviaron listas de precios con “retoques” de hasta 15% en el valor de sus productos, incluso de aquellos que ingresaron a la lista de los “productos esenciales”.

Por eso la “preocupación” del empresario alimenticio sonó más a un intento por abrir el paraguas para encubrir a los empresarios que ya habían decidido aumentar el valor de sus productos que a una expresión genuina.

El movimiento obrero seguirá reclamando

A pesar de las presiones del sector empresario, los sindicatos y el movimiento obrero seguirán reclamando para que se reactive el consumo, la producción y el salario.
Durante el mes de abril los trabajadores lo dejaron en claro con las dos medidas de fuerza convocadas desde la central obrera de la CGT.

Las reivindicaciones conseguidas no pueden quedar a merced de la avidez del sector patronal.