Molino Cañuelas en concurso preventivo de acreedores

Molino Cañuelas, una de las alimenticias más grandes del país, presentó un concurso preventivo de acreedores. La situación financiera que atraviesa la empresa preocupa a los miles de trabajadoras y trabajadores, que, de forma directa o indirecta, dependen de la compañía.

Molino Cañuelas, una de las empresas alimenticias más importantes del país, comunicó a través de un comunicado oficial, que entró en concurso preventivo de acreedores.

La compañía asegura que se vio forzada a tomar la medida preventiva debido a las acciones judiciales promovidas por entidades financieras acreedoras.

Una gigante en problemas

Molino Cañuelas es una de las compañías más importantes de alimentos de la Argentina con capacidad de exportar sus productos a más de 50 países.

La empresa elabora y comercializa conjuntamente harinas, panificados, pastas secas, galletitas, aceites, pan rallado y premezclas.

Entre su patrimonio se encuentran las marcas reconocidas como Cañuelas, Pureza, 9 de Oro, Paseo, Cukis, Mamá Cocina, Horno Casero, Pizza Pietro y Dulce mamá.

Actualmente Molino Cañuelas es la principal productora de harinas del país, opera 18 plantas industriales, 15 de ellas en el país en 6 provincias distintas y emplea de forma directa e indirecta a decenas de miles de trabajadores y trabajadoras de distintos sectores.

Buscan protegerse de los acreedores

La empresa explicó mediante un comunicado que: «pese a los esfuerzos realizados en estos últimos años de negociaciones, y no obstante al consenso alcanzado con una relevante cantidad de las instituciones financieras involucradas, incluida la banca nacional y organismos multilaterales, las acciones judiciales promovidas por una minoría de entidades financieras forzaron a la Empresa a solicitar, conjuntamente con la firma Compañía Argentina de Granos S.A. (CAGSA), la apertura de su Concurso Preventivo de Acreedores».

Además, informaron que se «busca proteger sus activos, los puestos de trabajo directos e indirectos de la Empresa y los intereses de los propios acreedores, manteniendo su estructura productiva y asegurando su continuidad operativa en todas sus plantas y establecimientos industriales y comerciales».

“Con ese objeto se conformó un Comité de Acreedores integrado por los principales acreedores financieros de ambas compañías, con el que en marzo de 2019 había alcanzado un principio de acuerdo. Sin embargo, la nueva turbulencia financiera registrada en el país en el mes de agosto de ese año, y la abrupta devaluación de la moneda local, sumado a la crisis mundial por el COVID en 2020 y las dificultades propias que esto generó en la Argentina provocaron un nuevo e inevitable cambio de escenario para todos los participantes de la restructuración, e incluso hizo que algunos bancos decidieran suspender su participación en dicho Comité, alejando la posibilidad de obtener un acuerdo definitivo”, sostuvo Molino Cañuelas.

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La medida no implica frenar la producción ni afectar el empleo

El comunicado emitido por la empresa detalla que en la última década “llevó adelante un importante plan de inversiones, el cual, en gran parte, se cancelaba con un mecanismo de capitalización de la Compañía en los mercados bursátiles local y del exterior mediante una Oferta Pública de Acciones pero, la alta volatilidad que se registraba en ese momento en las principales bolsas del mundo y la performance económica negativa de la Argentina, redundaron en una falta de interés de los mercados que obligó a la Compañía a desistir del proceso”.

Desde la compañía resaltaron que se buscó un acuerdo con acreedores durante los últimos dos años, pero que las medidas judiciales impidieron ordenar las finanzas.

Si bien el panorama parece desalentador, la empresa aclaró en el comunicado oficial, que la decisión de buscar protección judicial no implica un freno para la producción de sus plantas. Tampoco altera el plan de lanzamientos de nuevos productos.

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