Pobreza: Las alimenticias a la cabeza de la inflación de octubre

Las cifras del mes que acaba de terminar fijaron que las empresas de alimentos y bebidas fueron las que lideraron la suba de la inflación, otro mes más. Así y todo, presionan para que les dejen subir más el valor de sus productos. Canasta, Pobreza y aumentos interminables.

Las alimenticias volvieron a quedar a la cabeza de la suba inflacionaria al finalizar el mes de octubre, empujando el valor de la canasta básica alimentaria, y generando más pobres en la Argentina, complicando la situación social.

A pesar de ello, los empresarios nucleados en la Coordinadora de Empresas Alimenticias (COPAL) siguen paseando por los medios de comunicación, haciendo presión para que eliminen el tope de los precios máximos, y así poder seguir aumentando.

Esta vez fue el turno de Martín Cabrales, el dueño y vicepresidente de Café Cabrales, quien salió a presionar al gobierno nacional, agitando el fantasma del desabastecimiento si no les permitían un nuevo tope.

Otro factor que sirve de excusa para la patronal alimenticia es la disparada del dólar, que incluso es movilizada por ellos mismos. Es que cuando se dispara el dólar, sube el precio de los alimentos porque aseguran que los insumos los traen del exterior.

Octubre, otra vez con las alimenticias a la cabeza

Octubre terminará con una clara aceleración de la inflación. Y el rubro «alimentos» es uno de los que más afecta a los consumidores, y a los trabajadores, con quienes la patronal del sector sigue manteniendo, además, una postura intransigente para negociar paritarias.

De acuerdo a la medición de la consultora LCG, la inflación acumulada en el rubro de los alimentos durante las tres primeras semanas del mes ya trepa al 3,8%, claramente por encima del 2,2% medido en las tres primeras semanas de septiembre.

En la tercera semana fue la peor: la suba fue del 1,7% contra 1,4% de la segunda y del 0,7% en la primera. Contra las mismas semanas de septiembre el incremento promedio asciende a 3,4% mensual, destaca el reporte de LCG.

«En las últimas dos semanas se elevó drásticamente la cantidad de bienes que aumentan de precio», sostuvo la consultora dirigida por el economista Guido Lorenzo.

En la tercera semana del mes, uno de cada tres productos alimenticios relevados aumentó de precio. Una dinámica que ya se había constatado en la segunda semana de octubre y que contrasta con lo que venía sucediendo.

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Rubros en alza

La mayor incidencia en la inflación en los alimentos fue responsabilidad de las carnes. Este rubro se incrementó 3,5% acumulado en las tres semanas de octubre. Esta suba, según LCG, explica el 65% de la inflación en alimentos.

En términos nominales, el rubro de las frutas y verduras aparece como el de mayor alza. En promedio, esos productos se incrementaron 4,8% en las tres semanas de este mes.

Por debajo de frutas, verduras y carnes se ubicaron las infusiones y las bebidas en general, con un incremento promedio de 1,1%. En esa misma escala subieron los condimentos. Mientras que en panificados y pastas, el alza promedio resultó de 1%.
llamativo fue el caso de los lácteos y huevos, un rubro que mostró una deflación del 0,3% en las primeras tres semanas del mes.

El dólar, la excusa patronal para seguir aumentando

Estos aumentos se dieron en plena pandemia, con una volatilidad extraordinaria de los denominados dólares «alternativos». El «blue» cerró el último viernes en $195 mientras que el «contado con liqui» y el «MEP» escalaron a $169 y $155 respectivamente.

Es que el valor de la moneda internacional, y sus variaciones, le sirve a los dueños de las alimenticias para salir a pedir que les concedan mas aumentos de precios, como lo vienen haciendo desde el principio del 2020.

Es más, el rubro ya está en el primer lugar del alza generalizada de precios del 2020, aumentando, incluso, por encima del valor de la inflación generalizada del año, es decir que tienen ganancias, en un año de grandes pérdidas.

Sin embargo, para la COPAL, la entidad que nuclea a la patronal, presidida por Daniel Funes de Rioja los empresarios no son los responsables de la suba generalizada de precios, sino que son una víctima.

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Ganan, no negocian paritarias y se victimizan

Al comienzo de la semana Funes de Rioja sorprendió con una declaración en la que afirmó que «los empresarios no son la causa de la inflación» y volvió a posicionar a los dueños de las alimenticias entre las víctimas, cuando todas las cifras los ubican como responsables.

Pero además, el empresario alimenticio culpó a los comerciantes por las subas generalizadas de precios y estimó que hay comercios que suben los precios más que otros por «miedo» a la reposición de stock.

«No somos la causa, somos la consecuencia», enfatizó el también titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL).Así, argumentó que el sector empresarial tuvo «incrementos de costos de insumos, que variaron del 25 al 40 por ciento o más».

Por otro lado mantuvo que la logística tuvo un salto «del 14 al 30 por ciento». En declaraciones radiales, subrayó: «En este contexto, la situación es compleja. Tenemos que tener una estrategia de reconstrucción y luego de crecimiento».

Sin embargo, lo más llamativo es que pese a la actitud victimizante continúan con su papel de negarse a otorgar paritarias al sector del trabajo, para equilibrar salarios. Así, confirman su voluntad de seguir aumentando, ganando, victimizándose y no cediendo ante los trabajadores.