San Luis: Tras la presión del STIA, Bagley ajustó su protocolo sanitario

La alimenticia dio marcha atrás con su postura intransigente y decidió ceder para otorgar mayores controles sanitarios que impidan contagios en su planta de Villa Mercedes.

La alimenticia Bagley, finalmente cedió a la presión del Sindicato de la Alimentación.

El gremio endureció su postura con la patronal para inspeccionar la planta.

Es que los trabajadores denunciaron la semana pasada casos de contagios y la empresa hizo caso omiso.

Ahora Bagley endurecerá su protocolo sanitario para evitar el inicio de un nuevo conflicto con el gremio.

Tras inspeccionar la planta, el Comité de Crisis resolvió que no hay peligro de contagio si se siguen las medidas.

Con ajustes en los protocolos, Bagley reactivó su producción

La fábrica fue inspeccionada durante siete horas el sábado y durante varias más el domingo, para determinar su reactivación.

Por tanto, en las primeras horas de este lunes, las máquinas de Bagley volvieron a encenderse.

Ello, después de estar detenidas durante tres días.

Tras un fin de semana intenso, lleno de reuniones e inspecciones sanitarias, el Comité de Crisis resolvió que la planta puede continuar con su producción y que no hay riesgo de contagios si se respetan los protocolos.

Para ello, la fábrica tuvo que hacer ajustes en sus procesos de prevención.

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El conflicto con el STIA

Los conflictos comenzaron a aparecer en la empresa de galletitas la semana pasada.

Fue cuando fueron confirmados los primeros diagnósticos positivos de COVID-19 en dos de sus empleados.

Es por ello que el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) puso la voz de alerta y a través de asambleas en las puertas del predio, solicitó mayores medidas de protección para sus aproximadamente 1.200 obreros.

Por eso, el Programa Relaciones Laborales de San Luis intervino y durante la noche del viernes.

Así, convocó a un encuentro en las oficinas de su segunda circunscripción, es decir, en la delegación villamercedina.

El Comité de Crisis fue representado por el ministro de Justicia, Gobierno y Culto, Fabián Filomena, la coordinadora de Salud, Rosa Dávila, y el responsable de la cartera de Producción Juan Lavandeira. Hubo miembros de la comisión directiva del gremio y de la gerencia de Bagley, además del intendente Maximiliano Frontera.

«Con un trabajo de enorme diálogo y consenso se establecieron los puntos de disidencia, que versaban sobre algunos procesos de los protocolos, que a entender de la entidad sindical no se estaban cumpliendo de la mejor manera. En cambio, la empresa consideraba que eran adecuados, pero que estaban a disposición para que sean evaluados y corregidos de ser necesario», explicó el titular de Relaciones Laborales, Maximiliano Giménez.

Así, advirtió: «Coincidimos en la preocupación de proteger la salud de los empleados»

Por eso, las partes acordaron que se realizara una inspección minuciosa en todas las instalaciones.

Entonces, la firma se comprometió a hacer las adecuaciones en 24 horas con el aval del gremio.