Se aprobó la Ley de Góndolas en Diputados

El Senado aprobó ayer con 56 votos afirmativos el proyecto de Ley de Góndolas. La iniciativa es Ley y sólo falta su promulgación. Las medida apunta a frenar la inflación galopante que dejó el gobierno de Mauricio Macri, que tuvo resistencia de las alimenticias nucleadas en la Copal.

A pesar del lobby de las empresas alimenticias se aprobó ayer el proyecto de Ley de Góndolas para frenar la inflación en Alimentos y Bebidas.

Antes de su aprobación, ayer, por 56 votos afirmativos contra 4 negativos, la Coordinadora de Industrias de la Alimentación (Copal), aseguró que traerá «problemas», a con el claro objetivo político que la norma no avance.

Desde el gobierno de Alberto Fernández tienen el ojo puesto en las empresas del sector alimenticio por los aumentos injustificados de precios.

Es que, tras haber congelado las tarifas y estabilizado el dólar, el sector que representa por la Copal, siguió con su actitud mezquina de seguir subiendo el valor de los productos.

Se trata claro de las cuatro empresas que motorizan el alza de precios, haciendo acuerdos «a puertas cerradas» para subas generalizadas en claro aprovechamiento de su situación monopólica dentro del sector de Alimentos y Bebidas.

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Es que Arcor, Molinos, Unilever y Mondelez concentran el 80% de los espacios de las góndolas en los supermercados, y esa situación propicia la cartelización de precios luego de acuerdos a espaldas de los consumidores.

A la Copal no le alcanzó el lobby

Fue el presidente de la Coordinadora, Daniel Funes de Rioja, quien fustigó el proyecto aprobado, y que apunta a democratizar las góndolas de los supermercados permitiendo el ingreso de nuevas marcas de pequeñas empresas que obliguen a las gigantes a bajar precios.

Funes de Rioja, preside la entidad que representa a 37 cámaras y a un gran porcentaje del sector formal de la economía de alimentos y bebidas y representa la voz de las gigantes alimenticias que se ven beneficiadas por su posición monopólica y por las influencias que tejen en los tres poderes.

Para el vice de la UIA esta iniciativa «no es necesaria porque ya existe una ley de Lealtad Comercial, una de Defensa a la Competencia y otra de Defensa del Consumidor», al mismo tiempo destacó que «ninguno de nosotros se opone a una presencia activa de las empresas PYME».

La reglamentación pretende eliminar el monopolio de los supermercados a las alimenticias impulsando productos elaborados por pequeñas y medianas empresas, brindándoles un espacio del 30% en las góndolas.

«Marcar un porcentaje fijo de espacio en la góndola nos parece técnicamente objetable y puede dar lugar a problemas, no sólo de abastecimiento, sino también de quiebres de stock en función de la realidad de los supermercados”, agregó el dirigente patronal.

La Copal «defiende» a las PyMEs

Desde la COPAL aseguran que están de acuerdo en que tiene que existir una fuerte presencia de las PYMES, que componen un 95 por ciento de la coordinadora, las cuales junto a las economías regionales y las grandes empresas se ven afectadas por la presión fiscal.

El presidente de la COPAL tuvo que salir a aclarar, sin embargo, que su posicionamiento no apuntaba contra las Pequeñas u Medianas Industrias, sino que busca que queden incluidas en las relaciones comerciales con las gigantes del sector.

Para Funes de Rioja existe “un 40 por ciento de presión fiscal sobre los alimentos y 50 por ciento sobre las bebidas”, sumado también a la inflación y a las altas tasas de interés. En su análisis incluyó, de hecho, a las pequeñas empresas.

“Cuanto más normal esté la economía, más se van a ir solucionando eventuales cuellos de botella. El camino no es una Ley de Góndolas que fije porcentajes rígidos de disposición que termine afectando al propio consumidor”, señaló.

Presionando al Parlamento por orden de las alimenticias

En una entrevista ofrecida al medio Realpolitik, Funes de Rioja reconoció que la Coordinadora de Empresas Alimenticias (Copal) comenzó a mover sus influencias dentro del parlamento para que quede derrumbado el proyecto de Ley de Góndolas, antes de la votación de ayer.

“Nosotros hemos planteado y hemos dirigido una nota a todos los senadores para hacerles saber que nuestras razones no conspiran de ninguna manera contra la libertad comercial, la defensa del consumidor o la defensa de la competencia”, deslizó Funes de Rioja.

En tal sentido el vice de la Unión Industrial dejó al descubierto las operaciones que realizan desde la entidad que nuclea a las patronales del sector alimenticio para trincar la iniciativa que busca bajar la inflación presente en Alimentos y Bebidas.

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Las sospechas recaen, claro, sobre las gigantes alimenticias del sector que buscan seguir manteniendo su posición monopólica y de privilegios para seguir aumentando precios más allá de cualquier coyuntura y a espaldas de los consumidores.

Enero confirma el accionar de la patronal

Los datos del Indec sobre inflación confirmaron que pese a las medidas tomadas por el gobierno de Alberto Fernández, sobre el congelamiento de tarifas y freno del dólar, las Alimenticias solo piensan en seguir acumulando ganancias, contra cualquier coyuntura económica.

Es que, a pesar que los precios subieron, en promedio, un 2,3 por ciento, el valor de los alimentos aumentó a razón del 4,3 por ciento, lo cual marca que fue este rubro el motor de las alzas generalizadas durante ese mes. De hecho, se espera que las subas sean similares en el mes de febrero.

Lo que queda claro es que en una coyuntura donde hay una tendencia a la baja general del precio de los productos, el rubro no quiere resignar posiciones en el mercado manejándose de manera aislada, y protegiendo sus intereses corporativos.

Con el ojo en las gigantes

Es por eso, que el presidente Alberto Fernández ya puso en la mira a las empresas del sector responsables de la suba generalizada. Desde el Ejecutivo señalaron a las dos alimenticias que concentran el 60% del mercado de consumo de productos alimenticios del país: Arcor y Molinos.

Es que las constantes remarcaciones de precios por parte de dos de las máximas productoras de alimentos en el país han puesto en una situación de ajuste permanente a la economía en su totalidad, dijo el presidente Alberto Fernández.

«Existen empresarios que no acompañan y pareciera que quieren que fracasemos», dijo el presidente. En tal sentido, manifestó que «nuestro intento es ayudar al pueblo a que su sueldo les alcance».

Ahora, con la aprobación de la Ley, comenzó el camino para bajar la inflación en Alimentos y Bebidas, a pesar de la oposición de la Copal.