El macrismo opera contra la Ley de Góndolas

Tras dejar al país con una inflación de más del 300%, y a menos de tres meses del inicio de la gestión de Alberto Fernández, el macrismo traba el avance de las medidas antiinflacionarias.

Los representantes de Juntos por el Cambio volvieron a mostrar, una vez más, su falta de voluntad política para resolver los problemas que afectan al salario, al consumo, a la producción y a la industria.

Esta vez, lo hicieron desde el Congreso de la Nación archivando el tratamiento en el Senado de la Ley de Góndolas, que tiene media sanción en la Cámara de Diputados.

El proyecto volvió a ser rechazado por los referentes del gobierno anterior. Se plantearon argumentos sobre los detalles de la iniciativa elaborada para atacar la suba de precios generalizada en el sector alimenticio y la cartelización que llevan a cabo las principales empresas del sector.

En la actualidad, tras comenzar a frenar el alza de precios con el congelamiento de tarifas y la estabilidad del dólar, los datos del Indec revelaron que la inflación de enero estuvo motorizada por alimentos y bebidas.

Los datos del INDEC

La semana pasada, el Indec mostró el IPC correspondiente al mes de enero de 2020, que resultó en 2,3%, el valor más bajo desde mediados de 2018, salvo por la medición de julio de 2019 que alcanzó 2,2%.

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En términos interanuales el incremento fue de 52,9% en los precios de los productos de consumo, salvo para el sector alimenticio que viene acarreando una suba acumulada en doce meses del 58,8%, cuando la inflación de 2019 fue de 53,8%.

Por eso, la suba acumulada en alimentos y bebidas es un dato que preocupa al gobierno nacional, porque es el sector que, a contramano del esfuerzo generalizado de baja del valor de los productos de consumo, opera con mayor resistencia.

Sucede que la suba de precios en el sector alimenticio es aún mayor que la inflación promedio de todo un año.

Esto quiere decir que las empresas alimenticias (como Arcor, Molinos, Mondelez y Mastellone) volvieron a ganarle a la inflación.

Un Gobierno contra la inflación

En ese sentido, el Gobierno quería que se trate en sesiones extraordinarias el proyecto de Ley de Góndolas, que apunta a «democratizar» el espacio que ocupan los productos de consumo masivo, en la góndolas.

La iniciativa apunta al corazón del lobby patronal de las gigantes alimenticias, y marca el cambio de rumbo de la política nacional en beneficio de la reactivación salarial, del consumo y de la producción del mercado interno.

El proyecto busca fomentar la competencia de marcas, aumentar la participación de pymes y de la economía popular y bajar precios a los consumidores. Pero, además, apunta a frenar el lobby de las cuatro grandes marcas que controlan el mercado.

Se trata de Arcor, Molinos, Mastellone y Unilever, sospechadas de realizar acuerdos “a puertas cerradas” con los grandes supermercados, aprovechando su condición monopólica, para subir precios de sus productos.

Juntos para que no cambie nada

Sin embargo, los legisladores de Juntos por el Cambio lograron imponer su postura y postergar el debate, al menos, hasta marzo.

Así consiguieron frenar una norma que afecta los intereses patronales de empresarios muy cercanos al expresidente Macri.

De la misma manera que lo hicieron en Diputados, los senadores del macrismo mostraron su oposición en bloque al proyecto promovido desde el Ejecutivo nacional para presionar a la baja la inflación, algo no visto durante la gestión Cambiemos.

Así, pese a que el presidente Alberto Fernández incluyó el proyecto de ley dentro del período de sesiones extraordinarias, el oficialismo no logró el consenso para su tratamiento, y frustró la posibilidad de seguir avanzando contra la inflación y si impacto en el salario.

Este martes se constituyó la Comisión de Legislación General, en la que quedó como presidenta la senadora Ana Almirón.

En este sentido, el Frente de Todos logró dictamen con 11 firmas positivas, pero no consiguió el acompañamiento del bloque opositor Juntos por el Cambio.

No gobernaban, y no dejan gobernar

Fue la senadora radical Pamela Verasay la que argumentó la postura tomada por el interbloque: “La sanción que viene de la Cámara de Diputados tuvo un debate que no fue cerrado políticamente, hubo disidencias en algunos incisos.

Así, Cambiemos puso como excusa tecnicismos sobre la idea de la Ley.

«El espíritu de la ley es muy buena, y más en este momento, pero sabemos que se puede mejorar”, dijo Verasay que no emitió un sólo proyecto durante el gobierno de Macri contra la inflación.

Cuando presionan los amigos

Según explicó la senadora la decisión fue definida a partir del llamado de las grandes cadenas de supermercados y las Alimenticias para frenar el proyecto.

“Recibimos muchísimas cartas de supermercados y productores regionales manifestando alguna posibilidad de mejorarla», dijo Verasay.

«La verdad que si la intención de la Comisión es dictaminar hoy, nosotros nos vemos imposibilitados de acompañar el dictamen pero no de manera caprichosa sino porque tenemos las intenciones de invitar a algunos referentes”, agregó la representante mendocina.

Por su parte, en la senadora Silvia Giacoppo, vicepresidenta de la Comisión, destacó la importancia del proyecto pero observó que “la iniciativa tiene fallas de técnica legislativa” y adelantó que Juntos por el Cambio votará a favor del proyecto en general cuando se trate».

Queda preguntarse por qué los y las legisladoras de Juntos por el Cambio no tuvieron la misma voluntad democrática cuando, en su gobierno, los trabajadores reclamaban a gritos una solución contra la inflación, el derrumbe productivo, la caída del salario y el consumo.