Crisis económica: la realidad paralela del presidente Macri

Luego de las primarias el enojo de Macri hizo que se desconecte de los problemas reales que atraviesa país. Mientras hace berrinches responsabilizando al kirchnerismo y la población por el “default selectivo”, los trabajadores se empobrecen.

Tras el anuncio del gobierno nacional pidiéndole al FMI “reperfilar” los plazos de vencimiento de la deuda externa contraída por su gestión, los organismos internacionales comenzaron a hablar de un virtual default por parte de la Argentina.

La noticia saltó a los medios de comunicación cuando la calificadora de riesgos, Standard & Poor´s calificó al país en categoría de “default selectivo”, lo que disparó la decisión de los inversores extranjeros y nacionales de poner en marcha otra corrida cambiaria.

De esa manera, el país comenzó a vivir otra jornada, al igual que las dos semanas previas, donde el dólar pegó una estampida y siguió su marcha ascendente, augurando suba en el valor de los productos de consumo masivo, desde combustibles a alimentos.

Claro está que el impacto de la decisión gubernamental volverá a impactar en los salarios de los trabajadores que hacen cada vez más esfuerzos por intentar llegar a fin de mes. Pero el problema se agrava porque la suba de precios aceleró la caída del consumo.

Derrumbe productivo

Al subir el valor de los productos sin criterio ni control el gobierno de Mauricio Macri aceleró el cierre de empresas que han visto caer sus ventas hasta en un 50%, por lo que a la imposibilidad de llegar a fin de mes se sumaron los despidos y cierres de fábricas.

Claro que la estampida de la divisa norteamericana llevó a que, entre la semana pasada y esta semana, los sindicatos comenzaran a moverse para reclamar nuevamente en el año la reapertura de las paritarias para equilibrar el valor del salario con la inflación.

La respuesta de Macri fue otra vez insuficiente e ineficaz. El presidente anunció el pago de un bono de 5000 pesos por única vez para todos los trabajadores de la administración pública nacional, como una medida arbitraria y sin el menor termómetro de la realidad.

Desde los gremios, sin embargo, remarcaron que no darán el brazo a torcer y reclamarán la reapertura de negociaciones salariales puesto que las estimaciones de inflación para este año, anunciadas sin resultados del impacto de la devaluación, son del 50%.

Inflación del 50%

La primera medición del salto que pegará la suba de precios generalizada se conocerá durante los primeros días del mes de septiembre cuando el INDEC revele la remarcación en alimentos.

Si bien la administración Cambiemos salió rápido a trazar un acuerdo circunstancial y de corto plazo con las Estaciones de Servicio para congelar el precio de las naftas la realidad marca que el valor inflacionario del mes próximo volverán a los niveles previos a mayo.

Es decir, que la calma de la inflación, que Macri y sus funcionarios salieron a anunciar con bombos y platillos tuvo el freno de la realidad cuando las elecciones primarias (PASO) desnudaron las falencia y la insustentabilidad social del modelo económico de Cambiemos.

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El mensaje de las urnas dejó en claro que los trabajadores y los sectores productivos de las pequeñas y medianas empresas apuestan a un modelo de generación de empleo, consumo, producción e inversión.

Macri, en su propia realidad paralela

La contundencia del mensaje electoral de agosto, que algunas encuestadoras auguran como un fenómeno que se repetirá en octubre con mayor diferencia entre Alberto Fernández y Macri, no pareció, sin embargo, volver a la realidad de los argentinos al presidente.

Es que Mauricio Macri habló antes de la apertura de los mercados, tras el anuncio de la reestructuración de la deuda y buscó (nuevamente) por afuera a responsables por la crisis económica.

El año pasado justificó la maxi devaluación por el shock de la lira turca, pero también por Brasil y la causa cuadernos. Ahora culpó a las PASO. “Las primarias Tuvieron la capacidad de desencadenar una crisis como la que estamos viviendo”, dijo.

Entre otros puntos, el Jefe de Estado planteó que “lo que pasó hace poco más de dos semanas, que los argentinos vivimos a partir de las PASO un clima de preocupación y de angustia”.

“Se ha generado una incertidumbre política a partir de las PASO y que han tenido lamentablemente consecuencias económicas”, volvió a decir, desconociendo con indolencia la realidad de los trabajadores.

“Me refiero unas PASO mal diseñadas, que no son más que una encuesta. Una encuesta que debe ser la más cara de todas, pero que han tenido la capacidad de desencadenar una crisis como la que estamos viviendo“.

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El momento es octubre

A pesar que los trabajadores continúan asistiendo con preocupación a observar como sus condiciones económicas se deterioran, mes a mes, volvieron a dar muestras que el principio de salida de la actual situación son las elecciones de octubre.

Si bien esa meta está cada vez más cerca, teniendo en cuenta los resultados definitivos de las PASO, las condiciones de vida y la pobreza en la que ha sumido el macrismo a los trabajadores vuelve muy difícil la situación.

Mientras tanto, los gremios convocan a los trabajadores a evitar cualquier tipo de manifestación que aliente la posibilidad que Cambiemos se victimice, y llamaron a asistir masivamente a las urnas en octubre para ponerle fin a la actual política económica.