Mendoza: preocupación entre productores de fruta industrializada
La suba de servicios públicos y costos logísticos generaron bajas del 12% en lo que va del año entre productores de conservas y frutas industrializadas. El sector admite que «la rentabilidad» está comprometida y preocupa el impacto en el empleo.
El traslado de la crisis económica a la generación de empleo despertó la preocupación del Sindicato de la Alimentación nuevamente, tras la declaración de los productores de fruta industrializada de Mendoza.
Las condiciones económicas cambiaron desde que el sector de fruta industrializada de la provincia completó la mayor parte de su producción para todo el 2018, actualmente se encuentran en temporada baja, y aseguran que los incrementos en tarifas, combustibles y, por sobre todo, la baja en el consumo interno han provocado caídas de la rentabilidad en torno al 12%.
Desde el Gobierno aseguran que existen herramientas para que las empresas mendocinas se reconviertan a energías más limpias y baratas, con créditos a tasa subsidiada; y que se han abierto puertas en el mercado internacional en donde la devaluación les ha otorgado ventajas competitivas a los empresarios.
El alerta para el sector se dio desde que el Sindicato de la Alimentación en Mendoza denunció un vaciamiento de la planta que tiene Arcor de La Campagnola, en San Martín, y aunque desde la compañía no hablan de «”vaciamiento”, tampoco niegan que se esté llevando adelante un proceso de ajuste.
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Por el contrario, Arcor aseguró que esto se debe a una “fuerte caída en el consumo” que tuvo lugar en los últimos dos años y medio, y que se sumó a una mayor competencia por la apertura de las importaciones.
Plantas al 66% de su capacidad
Actualmente, las plantas del grupo están trabajando al 66% de su capacidad productiva, mientras que la media del mercado es de 12 puntos menor, aunque los empresarios aseguran que habrá que esperar a que finalice el año para hacer controles de stock y estimar una caída real.
Todo el sector de la fruta industrializada está sufriendo una fuerte caída del consumo desde los últimos años. En 2015 las empresas trabajaban al 73% de su capacidad instalada, en 2016 al 69%, en 2017 al 62% y, aunque aún no finaliza el año, los primeros informes apuntan a que en 2018 la caída se profundizó y las empresas apenas llegarían al 55% de su capacidad instalada.
Desde el sector de fruta industrializada afirman que aunque aún no se han visto en la necesidad de reducir personal y, en la campaña que ya finalizó contrataron tantos empleados temporarios como en el año anterior, no descartan que “cada empresa tome los recaudos necesarios para poder subsistir y mantener las fuentes de trabajo”.
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“Hoy una Pyme está tendiendo a pagar tasas por encima del 40% o el 50%, y nuestros productos han aumentado en el mismo nivel y eso hace que nos descapitalicemos”, aseguran desde el sector.
Costos de logística y gas
La situación se complica aún más para quienes hoy por hoy no tiene capacidad exportadora, en este sentido, Pedro Sánchez, de la empresa Alisan conservas, señaló que el gas en planta, los combustibles y con este el costo del transporte, insumos que antes no eran significativos hoy han pasado a serlo.
El gas utilizado en la conservera se paga en dólares y tiene una tarifa fija, pero que sube según el incremento de la divisa, y los incrementos de las naftas que rondan el 30%, fueron trasladados, en parte a los productos terminados y se tradujeron en bajas de las ventas, que en su empresa rondan el 10%.
Sin embargo, la planta permanente de 30 personas no se redujo, y el personal temporario contratado fue el mismo de la temporada anterior. El empresario valoró la formación de los operarios, y explicó que siempre es preferible mantener la planta, a la espera de un aumento de la producción.
“Nuestro precio de venta no permite que seamos competitivos en otros países. Estamos más abocados al mercado interno. Podríamos exportar el durazno, pero hay países productores como Grecia que subsidian la producción, y otros como Chile, con acuerdos comerciales que tienen muchas ventajas con respecto a nosotros”, concluyó el empresario.
ProMendoza
Lejos de las dificultades que mencionaron los empresarios, Mario Lázaro, director gerente de ProMendoza señaló que el año pasado la recuperación del tipo de cambio, sumada a las heladas que azotaron a los sectores productivos de Europa, significaron una oportunidad para el sector exportador que se supo aprovechar.
De acuerdo con Lázaro, por ejemplo, la ciruela deshidratada aumentó en un 46% de enero a mayo, y el mosto concentrado un 55% de enero a julio, mientras que el durazno en lata, y las pulpas concentradas, aumentaron un 23% en volúmenes.