La fórmula del 2019 incluye más despidos y salarios a la baja

Mientras el gobierno nacional y los industriales locales fijaron una suba magra de 25% del salario mínimo desde junio de 2019, un informe de la UMET auguró que la inflación 2018 será de 35%. La UNDAV reveló, además, que la industria alimenticia sufrió 2.300 despidos desde el inicio de la gestión Cambiemos.

El panorama para el año que viene está signado por dos datos publicados esta semana en la relación entre el gobierno, las empresas y el movimiento obrero argentino. Cuando el presidente Macri comience a recorrer las calles en su campaña para ser reelecto deberá tener en cuenta el impacto de los despidos y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

El miércoles, el Ministerio de Trabajo convocó al Consejo del Salario para evaluar una suba escalonada para los sueldos de los trabajadores registrados de nuestro país, con la expectativa puesta en un consenso generalizado entre el capital y el trabajo, respecto al valor necesario que un obrero debe percibir para afrontar las inclemencias de la economía nacional.

Sin embargo, la mirada que el gobierno y los empresarios tienen sobre la realidad social, económica y política del país quedó delatada cuando las dos centrales sindicales, CGT y CTA, pidieron llevar el salario mínimo a $19.600, valor que determina el costo de la canasta básica alimentaria de una familia tipo, según datos del INDEC de julio.

Los sindicatos solos contra el Gobierno

A contramano de esta propuesta, los funcionarios y la patronal ofrecieron un 25% de aumento del salario mínimo, es decir, una suba que lleva la base del sueldo de un trabajador registrado de $ 10.000 a $ 12.000.

La falta de acuerdo dejó en evidencia la cercanía de posiciones entre gobierno y empresarios, respecto a su lectura de la realidad política, económica y social. Pero además fijó la unidad de criterio de las dos centrales sindicales respecto a los ingresos imprescindibles de un trabajador.

El rumbo de la política económica del gobierno viene marcando esa convergencia con datos que se corroboran mes a mes.

Si bien los funcionarios de Trabajo y los referentes del sector privado desestimaron la propuesta elaborada por la CTA y la CGT, por considerarla excesiva, las centrales fundamentaron su pedido en un estudio publicado por la Universidad de Avellaneda (UNDAV), horas antes.

Según un informe del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana (UMET), la inflación anual, en 2018, llegará al 35% y la de julio alcanzó el 3%.

Cabe destacar que tanto la Confederación General del Trabajo como la Central de Trabajadores Argentinos vienen advirtiendo hace tiempo sobre las consecuencias de la política económica, consiguiendo, incluso, que el Gobierno reconozca sus mediciones inflacionarias.

Una propuesta insuficiente

El Gobierno y los empresarios hicieron caer la reunión del Consejo del Salario al conseguir que se imponga por decreto una suba del 25% en cuatro cuotas a completarse en 2019 para los sueldos mínimos de los trabajadores registrados.

De esta forma y frente a una inflación anual que se estima estará entre 30 y 34%, el Ejecutivo de Mauricio Macri impuso que los trabajadores que cobran los salarios mínimos pasen de los actuales $10.000 a sólo $12.500, recién en junio del año próximo.

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El escalonamiento dispuesto por el Gobierno queda de la siguiente manera: 7% a partir de septiembre (10.700 pesos) 6% a partir de diciembre, (11.300 pesos), 6% a partir de marzo de 2019 (11.900 pesos) y un 6% a partir de junio del próximo año (12.500 pesos).

El movimiento obrero tiene datos propios

El Informe del Instituto de Estadísticas de los Trabajadores, de la Universidad Metropolitana (UMET), sirvió de insumo para elaborar una propuesta acorde a las necesidades del movimiento obrero.

El IET es una iniciativa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y su centro de doble dependencia con el CONICET y CITRA. El mismo agrupa a un colectivo de más de 45 organizaciones sindicales.

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El dato con el que las centrales se acercaron a la sede del Ministerio de Trabajo es que la inflación acumulada en los primeros siete meses del año fue del 19,4%, y si esto repercutiera en los meses restantes del año, alcanzaría un alza anual del 35,5%.

Fundamentado en esos números, la CGT y la CTA pidió que el salario mínimo de cualquier trabajador registrado supere la línea de pobreza marcada por el costo de la canasta básica en 19.600 pesos.

2.300 despidos en Alimentación

Otro dato significativo lo ofreció la la Universidad de Avellaneda (UNDAV) al revelar que la industria más competitiva del país destruyó 2300 empleos en los últimos dos años.

El rubro daba trabajo a 450.857 personas de manera directa en 2017 pero viene sufriendo una caída ininterrumpida. El gobierno, pero el contexto de caída de salario real y retracción del consumo viene impactando en las fuentes de trabajo del sector.

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A su vez la producción de alimentos y bebidas cayó un 7% en junio y el deterioro de la actividad se corrobora en que “durante el mes de junio la industria de los alimentos y las bebidas retrocedió -5,4% interanual, el retroceso es aún más fuerte si se compara con el mismo mes de 2015, -8,6%”.

La crisis la pagan los trabajadores

Hugo Yasky, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), expresó: “el gobierno intenta resolver la crisis descargándola sobre las espaldas de los trabajadores y asalariados”.

“El poder adquisitivo se sigue deteriorando por un gobierno insensible e incapaz de establecer un mínimo de equilibrio en el marco del sacrificio exigido a los que menos tienen” sintetizó el referente sindical al salir del encuentro en el Ministerio.

En el mismo sentido la CGT consideró “una vergüenza” la propuesta que el gobierno nacional hizo junto a los empresarios. El panorama para 2019 es muy poco alentador.