Paritarias en Alimentación: esto es apenas el comienzo

Tras cerrar las paritarias de Alimentación en 24% Rodolfo Daer se mostró descontento: “No es lo ideal” dijo. Del otro lado del mostrador, las alimenticias niegan responsabilidad por la suba de precios. “La inflación no la hacemos nosotros” aseguró Funes de Rioja, mientras el Indec revelaba que la canasta básica subió 20% durante 2018.

A pesar de haber acordado una de las negociaciones salariales más ventajosas del primer semestre para el movimiento obrero, el secretario general del gremio de la Alimentación, Rodolfo Daer, se dmosttró instastifecho. Es que si bien la pauta alcanzada del 24% en tres tramos, más el 1,5% y cláusula gatillo es la mejor del año (Camioneros aún no homologa su acuerdo), desde el Concejo Directivo del STIA saben que puede ser insuficiente si continúa el rumbo económico errante.

En términos comparativos el acuerdo es el segundo más ventajoso de las 29 paritarias que se homologaron durante la primera mitad del año. De ellas, 23 acordaron subir salarios por debajo del techo de 15% del gobierno. Sólo Camioneros, negoció un punto más que Alimentación.

Sin embargo, el objetivo y la mirada del titular del STIA parece depositarse más en los números de la economía nacional que en los logros del resto de los referentes del movimiento de los trabajadores al momento de sentarse a negociar el salario con la patronal.

Quizás por eso, al salir del plenario de delegados Daer no dio señales de algarabía, y manifestó que “existe una inmensa incertidumbre porque la caída del consumo, baja de la producción y la recaudación impositiva va a llevar a la economía a un colapso».

Es que al otro lado de la mesa de negociación del sector alimenticio, se encontraban unos de los principales responsables, de la caída generalizada del consumo por el traslado a precios de las últimas dos devaluaciones de la moneda nacional.

Los alimentos no paran de subir

Según un relevamiento del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) la canasta básica de alimentos en nuestro país subió casi un 20% en lo que va del año y se esperan nuevos aumentos a partir de junio.

El propio Víctor Fera, dueño de la cadena de comercialización Maxiconsumo, reveló el jueves que «todavía no se trasladó a los precios de los alimentos toda la devaluación reciente» y enfatizó que “el dólar subió diez pesos en ocho meses”.

Sin embargo, el dato de mayor impacto lo difundió el propio Indec el jueves, cuando difundió que el 60% de los asalariados y el 40% de los hogares no cubre la canasta básica. La cifra del organismo nacional deja ver que, así, 8,3 millones de personas se encuentran bajo la línea de pobreza.

Según las escalas de ingreso individual, seis de cada diez asalariados tenían ingresos mensuales de entre 15.000 y 16.200 pesos, mientras la Canasta Básica Total tenía en marzo pasado un costo de 17.867 pesos.

Cautela y acción

En este contexto, la cautela y la insatisfacción del secretario general del gremio de la Alimentación cobran racionalidad. Es que el panorama, y los datos que hasta el propio gobierno maneja no dan motivos para sacar a relucir triunfalismos.

Es por ello que los delegados de Alimentación exigieron sostener la cláusula de revisión dentro del plan de negociación con la patronal, para reactualizar salarios a principios de 2019 si se mantiene este panorama de alza incontenible de precios.

¿Y los empresarios?: “Yo, argentino”

Después que las alimenticias trasladaran la devaluación de mayo y junio a los precios de sus productos generando aumentos con piso en 30% en dos meses, el titular de la cámara que las nuclea (Copal), Daniel Funes de Rioja, desligó a los empresarios de responsabilidad inflacionaria.

“La inflación no la inventamos ni la hacemos nosotros» dijo sin sonrojarse Funes de Rioja, ayer, en una entrevista con el programa radial de la periodista Nancy Pazos.

Es más, el vicepresidente de la Unión Industrial (UIA) continuó afirmando que “nosotros, los empresarios, estamos haciendo esfuerzos para sostener el consumo, hemos cerrado paritarias atendiendo a esta difícil realidad y aceptamos cláusulas de revisión”.

Funes de Rioja aseguró, además, que “no todo el mundo puede hablar de 27% de inflación y 25% de paritarias, hay que ver como se acomoda todo. Y dentro de ello, los convenios por sectores”, anticipándose a la posibilidad que la patronal se resista a elevar la techo salarial.

Para cerrar, el empresario alimenticio empatizó con las patronales del sector al asegurar que el traslado de la devaluación a precios fue “muy moderado” y que “los costos de los productos alimenticios con procesos industriales subieron por debajo de la inflación”.

Esto recién empieza

El panorama generalizado de la economía nacional deja poco lugar para hacer previsiones. El acuerdo cerrado entre el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación y las cámaras empresarias del sector es, apenas, un empujón al salario para que no quede rezagado.

Las paritarias se negocian a medida que los números fríos de la economía van derribando las inverosímiles estimaciones que el gobierno nacional calcula. Al menos así parece funcionar en nuestro país (hasta ahora).

Cabe esperar si los discursos ficcionales y las esperanzas poco creíbles del oficialismo seguirán anteponiéndose a la realidad, que hasta ahora ofrece un panorama de mucha incertidumbre.

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