El Gobierno no puede frenar la suba del dólar y junio arrancó con aumentos de las principales alimenticias que subieron el valor de sus productos entre un 8% y un 12%. El consumo, sin embargo, se congela a la par de los salarios. Analistas ven panorama de estanflación, si no hay equilibrio salarial.
La caída del consumo y el “enfriamiento” de los sueldos en general suelen interpretarse como políticas de reducción inflacionaria. Ese era, de hecho, el caballo de batalla de Cambiemos cuando, en 2015 asumía la administración de la Nación y los dos distritos más importantes. La estanflación asoma en el corto plazo de la mano del congelamiento de los salarios.
En ese momento el propio Mauricio Macri aseguraba que bastaban una serie de medidas para bajarle la temperatura a la creciente suba de precios, cuando la inflación rozaba los 40 puntos porcentuales.
Si bien en ese momento nadie de Cambiemos declaraba públicamente de que se trataban esas medidas, en el mundo del trabajo se preludiaba el impacto que sus iniciativas tendrían sobre la estabilidad laboral y el poder adquisitivo de los salarios.
Despidos, ataque a la legitimidad social de los Sindicatos, revisión de los convenios colectivos de Trabajo, cesantías y las reivindicaciones del movimiento obrero cuestionadas por el discurso liberal.
Modelo contra los trabajadores
Mirando en retrospectiva, puede afirmarse que, de hecho, lo único en lo que el gobierno nacional cumplió su objetivo con creces, a tres años de asumir la gestión nacional, es en reducir la capacidad adquisitiva de los trabajadores.
Cambiemos le muestra su peor cara al movimiento obrero mientras observa, con pasiva anuencia, como sus máximos aliados económicos desoyen las tibias sugerencias del Presidente Macri para que los precios de sus productos no impacten en la inflación.
Y el mes de junio, a pesar de sus escasos días, ya desnudó las debilidades y la falta de voluntad política de los funcionarios nacionales cuando tiene que plantarse frente a los intereses de los empresarios.
Es que a menos de diez días de iniciado el mes las grandes alimenticias volvieron a anunciar aumentos de precios en sus productos, que van del 8% al 12%.
Junio empezó con aumentos
En la semana, los supermercados recibieron, otra vez, nuevas tandas de aumentos por parte de sus proveedores, en especial de los productores de alimentos. Entre las más destacadas estuvo, nuevamente, la empresa Molinos Río de la Plata.
Entre los productos alcanzados se encuentra los fideos con subas de 7%; las yerbas un 6%; el té en saquitos un 20%, los lácteos un 6% a 8% y la sal de mesa un 12%.
Algunos de esos productos impactan de lleno en la canasta familiar, donde hubo aumentos del 12% promedio que se extendieron a otros artículos.
La determinación de las alimenticias no le dio respiro ni a los analistas económicos, que todavía se encontraban procesando el impacto de la devaluación de mayo en el bolsillo de los consumidores, cuando recibieron la noticia de por parte de las comercializadoras.
Para los amigos todo…
Mauricio Macri y los funcionarios del gobierno nacional no parecen reaccionar a las alertas sociales, económicas y laborales que su pasividad con los empresarios está ocasionando.
Después de organizar una serie de 40 reuniones desde la Secretaría de Comercio con las empresas más importantes del sector, para pedirles que no trasladen de manera directa la devaluación del peso a los precios, los CEOs negaron aumentos y nunca más se habló.
Es más, a la semana de culminadas las reuniones, los “aliados” del Cambiemos comunicaron nuevos aumentos a los supermercados, cuando el secretario de Comercio Miguel Braun todavía seguía repitiendo «estamos pidiendo responsabilidad con el tema precios”.
Una leona enfurecida por los números
La más virulenta en este tema fue la gobernadora Vidal, quien está tomando nota del impacto que las políticas del gobierno nacional está teniendo en su territorio.
«Yo pedí un estudio para mostrar quiénes son los empresarios que están aumentando los precios que no tienen componente importado en sus productos, porque no tienen razón para aumentar», dijo enfurecida la gobernadora bonaerense.
En seguida los empresarios sacaron a relucir su amistad con la administración nacional y a bajarle el tono a la ira de Vidal. “Está empezando una caza de brujas”, le respondieron los CEOs, y “la leona” tuvo que bajar el tono por pedido de Macri.
La única verdad es la realidad
Es que la gobernadora administra una de las provincias más golpeadas por la crisis social que provocan las acciones del gobierno. Y la primera semana del mes fue testigo de ello con conflictos que estallaron en varias localidades del interior bonaerense.
Sólo en el sector alimenticio Chacabuco, Chascomús, Roque Pérez, Monte, Esteban Echeverría, Pehuajó y Carmen de Areco fueron escenario, en la semana, de despidos, cierres de fábricas, vacaciones forzadas y sueldos impagos. Así los números de la popularidad de Vidal, peligran.
El termómetro del humor social va haciendo ebullición a la par de la suba de precios y el estancamiento de los salarios, congelados por el techo de 15%, impuesto por el Gobierno. Los economistas conocen ese combo como el preludio de la Estanflación.
Estanflación
Algunos especialistas, de hecho, salieron esta semana a dar crédito a ese escenario socio-económico si los hombres y mujeres de Cambiemos no reviertan su decisión de liberar la crecida del dólar y mantener el cepo a los sueldos de los trabajadores.
Algunas consultoras como Eco Go (ex Bein) están estimando una inflación 2018 de más del 30%. Por lo que los economistas advierten ya sobre una posible «estanflación» generada por el estancamiento de la producción (salario y consumo) y un alto índice de precios.
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