Info Alimentación Noticias del sector de Industrias de la Alimentación Pese a los reiterados conflictos Arcor sostiene en todo el país con sus trabajadores por incumplimiento y despidos reiterados, la alimenticia elevó al 42,65% su tenencia de acciones en la firma láctea Mastellone con el fin de ocupar el lugar de SanCor
Los reiterados conflictos y enfrentamientos que la gigante alimenticia Arcor sostiene en las plantas de todo el país con sus trabajadores y con el Sindicato de la Alimentación (STIA), no le impidió redireccionar su capital hacia nuevos segmentos del mercado, en este caso el lácteo por medio de la empresa Mastellone.
La firma alimenticia avanzó en la compra de acciones de la compañía láctea Mastellone Hnos, que opera en el mercado local con la reconocida marca La Serenísima.
El acuerdo dejó la puerta abierta para que Arcor continúe sumando poder en la compañía láctea pero sólo hasta obtener el 49% del capital social, es decir, los herederos de Pascual Mastellone continuarían teniendo el control de la firma.
Lo cierto es que ahora, en el sector suena cada vez con más fuerza que Pagani quiere tomar el control de La Serenísima hacia el 2020 y los accionistas mayoritarios de la firma lo estarían evaluando, contó el medio digital Ambito.com.
Las principales lácteas de la Argentina Mastellone Hnos y SanCor vienen arrastrando desde hace varios años serios problemas económicos que las llevaron a desprenderse de gran parte de sus activos.
Arcor ingresó a Mastellone en 2015 y en ese momento la firma mostraba consecutivos resultados negativos y un fuerte pasivo. Con el correr de los años logró mostrar señales de recuperación, incluso en su último balance del año 2017 obtuvo una ganancia después de impuestos de $1.156 millones.
Ahora el dato clave y que entusiasma a Pagani es que la crisis que llevó a SanCor -su principal rival- a desarmarse como cooperativa y venderse a Adecoagro terminó siendo un muy buen negocio para Mastellone.
Conflicto con STIA
A mediados de abril de este año, todas las regionales nacionales del STIA se declararon en “estado de movilización” y marcharon a las plantas de Arcor a reclamar por el incumplimiento de pago de un bono acordado con la compañía.
A partir de un acuerdo establecido con los referentes del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, Arcor sostenía, desde 2011, el pago de un bono compensación de dos mil pesos, que decidió suspender sin motivo.
La medida, motivó un enfrentamiento directo con los referentes del Sindicato, que se multiplicó por la situación en otros casos, como el de los despidos en La Campagnola.
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