A pesar de los aumentos de hasta 20% en el valor de sus productos por la corrida cambiaria, las alimenticias más importantes negaron ante la Secretaría de Comercio el traslado a precios de la devaluación
Las principales compañías alimenticias del país volvieron a rechazar que la corrida cambiaria de las últimas semanas impacte en el valor de sus productos, durante la interpelación que está llevando a cabo el gobierno de Mauricio Macri.
La primera referente del gobierno en salir a reclamarle a los empresarios por el aumento en los precios de los alimentos fue la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
La mandataria provincial aseguró que “es importante que en los productos donde el cambio del valor del dólar no afecta a la estructura de costos, no se traslade a los precios».
A partir de allí, el gobierno puso en marcha una ronda de encuentros con los empresarios para que fundamenten los aumentos de hasta 20% en el valor de sus productos.
Sin embargo, las empresas de consumo masivo le aseguraron a los funcionarios de la Secretaría de Comercio que «no hubo pasaje» a los precios de la devaluación del 25% del peso, como producto de la «turbulencia» cambiaria.
Hasta ayer, el Gobierno mantuvo 24 encuentros con empresas, de forma individual, y el ciclo se cerrará el próximo jueves. No obstante, hubo empresas que anticiparon que van a llevar a sus precios el efecto del tipo de cambio a los consumidores.
Entre las que pasaron por la Secretaría de Comercio figuran Danone, Mondelez, Mastellone, Molinos Río de la Plata, Arcor, Unilever, Kimberly Clark, Coca Cola, Quilmes, Molino Cañuelas, Baggio, Clorox, Adeco, Ledesma, Pepsico Aceitera General Deheza, Procter & Gamble, Las Marias, Bimbo, La Virginia, Dulcor, Tabacal, SC Johnson & Son, Nestle y Milkaut. Ahora se van a incluir a los supermercadistas.
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