Inflación: el Gobierno en modo «realidad mixta»

Un informe de la Universidad Di Tella marca que la percepción inflacionaria llegó al 25%; mientras tanto, el gabinete insiste con paritarias en 15% y hay preocupación en el Gobierno por el descontrol de la inflación y la presión del dólar

Los últimos 10 meses la percepción que la población tenía sobre el alza de precios generalizada se mantuvo congelada en el 20%, pero esa cifra aumentó cinco dígitos según un sondeo del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Escuela de Negocios de la Universidad Di Tella.

El informe arroja datos sobre la “sensación de inflación” que las personas tienen, más allá de los números oficiales. El dato preocupa al Gobierno por dos motivos: las personas estiman una inflación más alta de la real y eso impacta en negociaciones salariales e imagen pública.

Según el estudio la expectativa de inflación subió 3,9 puntos porcentuales respecto de la medición del mes pasado y se ubica en 33,1%. Pero, además, lo preocupante para los funcionarios del gobierno es que subió por primera vez en 10 meses la percepción popular.

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El Gobierno presiona para que las paritarias no rompan el techo del 15%, mientras que la expectativa de inflación es del 25%.

La medición del Centro de Investigación y Finanzas de la UTDT, detalla, además, que la cifra es un promedio del testeo realizado en sectores bajos, medios y altos, aunque ofrece cifras por sector.

Mayor expectativa en los sectores más pobres

Juan José Cruces, director del Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT, sostuvo que «de acuerdo a la mediana, la expectativa de inflación aumenta tanto en la Capital Federal como en el Interior del país y en el Gran Buenos Aires, con respecto a marzo».

Asimismo, la expectativa de inflación aumenta para la población de ingresos bajos mientras que disminuye para la de ingresos altos.

El registro elaborado por la entidad académica parece ser un reflejo del impacto inflacionario de los últimos meses que, para el primer trimestre, según el Indec, arrojó un aumento de precios del 7%.

En el Gobierno ya estudian replantear las metas para el mes de julio aunque continúan sosteniendo el techo de las negociaciones salariales del año en 15%, una cifra que a esta altura parece inverosímil de sostener. Y la percepción de la sociedad lo grafica con claridad.

La presión de la macroeconomía

A la inflación de precios del mercado interno hay que agregar factores que funcionan como variables macroeconómicas. Ellas son el déficit fiscal, la tasa de emisión monetaria y la tasa de devaluación.

Más allá que el Gobierno nacional presiona sobre los trabajadores para mantener los salarios debajo del 15%, casualidad o no, la percepción popular registrada en el estudio de la UTDT, coincide exactamente con esas variables macroeconómicas.

El déficit fiscal consolidado del Estado, incluyendo al Banco Central, supera el 9 % del PBI. Aquí se encuadra el déficit operativo del Tesoro, los intereses de la deuda del propio Tesoro y el déficit cuasifiscal del BCRA (unos u$s20.000 millones anuales).

Por su parte, la emisión de moneda “se encuentra fijada por encima del 25 % anual y supera el 30% según el mes” como afirmó el especialista Walter Graziano para el diario económico Ambito.com, por lo que la política monetaria no ayuda a hacer descender la tasa de inflación.

El dato viene acompañado por otro: si el Estado refinanciara toda la deuda con emisión monetaria, Argentina tendría una tasa de inflación aún más alta, llegando al 50 % anual, (la tasa natural de inflación que el país debería padecer con su nivel de déficit fiscal).

El problema central de la macroeconomía es que las variables de las cuales depende la estabilidad de la relación comercial con el mundo son el acceso al crédito internacional y el valor real del dólar.

Ambos impactan en la emisión de moneda, como se graficó más arriba, lo que empuja la inflación interna por encima del 25% anual.

Mientras tanto, en la microeconomía…

Mientras la grandes variables de la economía nacional auguran que la suba de precios generalizada no descenderá del 25% para 2018, el Gobierno nacional sigue afirmando, caprichosa y falazmente, su intención de cerrar paritarias por debajo del 15%.

“El Gobierno trabaja para seguir cumpliendo la meta del 15% anual de inflación” dijo el Jefe de Ministros, Marcos Peña, en una rueda de prensa tras la reunión de Gabinete y aseguró que «a partir de los indicadores de mayo, vamos a ver una merma muy significativa».

Peña reconoció que el Gobierno dio con “un número de inflación de marzo que no era el que estábamos esperando». A ello se suma el último informe sobre Perspectivas Económicas Mundiales del Fondo Monetario Internacional (FMI) que estima una inflación 2018 de 19,2%.

Alimentación quiere romper el techo de paritarias

Mientras algunos gremialistas, que conocen las tendencias de la macroeconomía, tanto como los relatos prefabricados de Cambiemos, negociaron paritarias con eje en la pauta oficial, muchos dirigentes siguen manifestándose en contra de esa medida.

Así lo manifestó la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA), que se mantuvo firme en el rechazo unánime a esa pauta salarial, durante un encuentro nacional realizado esta semana.

Es que hasta los números del propio INDEC, que estimó en 7% el alza del primer trimestre, auguran que el techo de 15% será alcanzado en agosto por la suba de precios, lo que haría perder 10% de capacidad adquisitiva al salario para el último mes del año.

 

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