STIA exigió una solución política al posible cierre de «Estancia El Rosario»
El Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) pidió al Gobierno de la Provincia de Córdoba y a Nación una solución ante el posible cierre de la tradicional fábrica de alfajores de la localidad de La Cumbre
El Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) hizo un pedido formal a las autoridades políticas de la Provincia de Córdoba y a funcionarios nacionales de Turismo, ante la posibilidad de que la tradicional fábrica de alfajores «Estancia El Rosario» cierre sus puertas y deje a 40 empleados en la calle.
La preocupación de los trabajadores es que si esta situación no se revierte o si no hay una inyección de capitales, será imposible seguir adelante” explicó a la Agencia nacional de noticas, Télam, el delegado del Sindicato de la Alimentación, Carmelo Heredia, al referirse a la situación de la fábrica de alfajores cordobesa «Estancia El Rosario».
La tradicional fábrica de alfajores Estancia El Rosario de La Cumbre, en el Valle de Punilla, Córdoba, mantiene en vilo a sus 40 trabajadores ante un posible cierre por los problemas financieros que afronta, «como tantas pymes del sector», advirtió el dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), Carmelo Heredia.
Pedido de auxilio
Desde hace dos meses, la firma adeuda los salarios y cuenta con escaso capital para asegurar las materias primas para elaborar sus producos, por lo cual el sindicato exigió una respuesta al gobierno de Córdoba y el ministro de Turismo de la Nación, que «están en pleno conocimiento de la situación».
El sindicato advirtió que los trabajadores temen «que si esta situación no se revierte o si no hay una inyección de capitales, sea imposible seguir adelante». El delegado sindical, a pesar de los salarios adeudados, evitó criticar al titular de la firma, Alan Horwitz, quien tomó el control de la empresa en 2014, y sostuvo que «está tratando de conseguir recursos genuinos para no caer en la vorágine de las mesas de dinero».
Según el representante gremial, en estos momentos, la fábrica no cuenta «con la liquidez suficiente para planificar una buena producción, va haciendo partidas según la plata que tiene». «Hay buenos pedidos, pero falta el dinero para producir, por lo cual lo que hay se reparte en cuentagotas entre salarios y materias primas», insistió Heredia, quien sostuvo que la situación «no es terminal».
La empresa fundada en 1924 en la localidad turística de las sierras cordobesas había estado en riesgo a fines de 2013, cuando los históricos dueños de la empresa decidieron dejar en la calle a los trabajadores y cerrar la fábrica. Entonces intervino el Ministerio de Trabajo y se mantuvieron los puestos de trabajo hasta enero de 2014, cuando tomó el control de la compañía el nuevo grupo inversor encabezado por Horwitz.
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