Pobreza: el mundo paralelo de los CEO’s
Los datos del Indec fueron celebrados por parte del Gobierno, los empresarios y el periodismo oficialista mientras crece el trabajo en negro, la inflación y se alientan paritarias a la baja
La semana pasada el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) ganó la primera plana, con la publicación de los datos de pobreza, indigencia, informalidad, inflación y desocupación. Bajó la pobreza, pero no se tiene en cuenta el aumento de precios y las paritarias nacionales.
Para el Indec, la pobreza en Argentina bajó al 25,7% durante el segundo semestre de 2017, 4,6 puntos porcentuales por debajo de la tasa de igual período de 2016. En tanto, el índice de indigencia se situó en el 4,8 %, 1,3 puntos porcentuales por debajo del año anterior.
Más trabajo, pero informal
Otro de los datos que ofreció el organismo es que la tasa de desempleo del último trimestre del año pasado retrocedió 0,4 puntos con relación a igual trimestre de 2016, cuando se había verificado un 7,6%.
La estadística oficial afirma que en diciembre 1,6 millón de hogares, eran pobres, lo que supone 7 millones de personas. Un 20% de las personas de ese conjunto, se encuentran, a su vez, bajo la línea de indigencia, es decir, 316 mil hogares.
El dato adverso es que con la baja de la desocupación se registró una suba de la informalidad laboral. El organismo concluyó que, el empleo en negro subió 0,6% llegando al 34,2% en el último trimestre de 2017. Es decir, la caída del desempleo se tradujo en informalidad.
Guarden el champagne
A pesar de la premura con la actuaron la dirigencia política, el empresariado y algunos medios de información, el registro del organismo oficial sobre Pobreza fue relativizado por especialistas y entró en foco de críticas variadas desde la oposición.
Para algunos analistas la cifra es «coyuntural» y dudaron que se mantenga. Isaac Rudnik, director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), explicó que la tendencia es “electoral”, concepto con el que coincidió el sociólogo Diego Born.
«En los años electorales la pobreza baja y en los pares esta sube, siempre se mantiene en un margen entre el 24-25% y el 30%, no sale por fuera de esa tendencia» graficó Rudnik.
Desde el parlamento, la oposición salió a criticar el «optimismo» con el que el presidente Mauricio Macri presentó, el miércoles, los índices de pobreza e indigencia durante el segundo semestre de 2017. La izquierda, el FPV y el Frente Renovador relativizaron la medición.
El diputado Daniel Arroyo, del Frente Renovador aseguró que “hubo más obra pública y cierta mejora en la construcción, pero es muy probable que la próxima medición muestre un aumento de pobreza, en virtud de la suba en las tarifas, en el combustible y los alimentos».
Mientras tanto en Argentina… Inflación y paritarias a la baja
Mientras el gobierno sobreactúa la algarabía por los datos del INDEC, embriagado, también, por algunos editoriales de medios masivos, la realidad empezó a golpear la puerta de la Casa Rosada, con las cifras de enero de 2018.
Los tres primeros meses del año muestran que los precios de los alimentos que inciden en los sectores vulnerables se dispararon. En marzo hubo un incremento de 3.43% y para el primer trimestre la cifra llega a 7.5% en la canasta, la mitad de lo que ve el Gobierno para todo el año.
Es decir, que el techo de las negociaciones salariales que el gobierno nacional quiere imponer, con la anuencia de algunos sindicatos, podría ser fagocitado por la inflación a mitad de año. Si eso sucediera, los trabajadores perderían un 40 y 50 por ciento de su poder adquisitivo.
«Si sumamos los servicios, el aumento en transporte de abril y agregamos el límite de la reforma previsional y del salario mínimo va a impactar al gasto de la familia y obviamente estamos en un panorama de más vulnerabilidad de los ingresos» explicó Isaac Rudnik.
De esta manera, el 15% de techo para las paritarias nacionales va convirtiéndose en una cifra tan ficticia como insostenible, al menos para la dirigencia política y sindical que intenta establecer un marco coherente de realidad a los números de la economía.
Inflación en rojo, y trabajo “en negro”
Economistas del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas de Unidad Popular (IPyPP), hicieron foco en los datos de caída del desempleo: “los nuevos puestos de trabajo revelan la proliferación del empleo clandestino y el autoempleo en la economía argentina” aseguran.
El punto es que ocho de cada diez de los nuevos puestos de trabajo entran dentro del mercado informal de empleo. “El gobierno lejos de mejorar la calidad del empleo ha destruido casi 70.000 puestos de trabajo industriales en los últimos dos años”, graficaron en el IIPyPP.
Es decir que, en 2017 casi la mitad del empleo generado es empleo clandestino y el 35% es cuentapropismo, por lo que las changas y la precariedad explicarían el leve descenso en la tasa de desocupación.
El registro del Indec fue desoído deliberada y peligrosamente por parte de la dirigencia política, como así también por el arco empresarial y por algunos medios informativos. Todos estos actores tienen en común que concentran sus esfuerzos para respaldar la estrategia oficial que apunta a que los sindicatos pierdan injerencia en la vida laboral.
Sin embargo, pese a los viajes a de Triaca a Europa la dirigencia sindical “obsecuente”, la mayor parte del movimiento obrero se mantiene firme en defender sus intereses para que el ingreso no sea absorbido por la inflación.
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