Nestlé reconoció reduflación «para reducir calorías»
La empresa acusada de achicar el contenido o aumentar el tamaño de los envases argumentó que lo hizo «para reducir calorías»
Tras el sondeo del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom) que detectó la cada vez más habitual modalidad de engaño a los consumidores denominada “reduflación”, la alimenticia Nestlé salió a dar explicaciones por varios de sus productos. Argumentó que lo hizo «para reducir calorías».
La empresa alimenticia Nestlé tuvo que salir a dar explicaciones tras el estudio del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom). La insólita explicación de la compañía es que “redujo el peso de sus productos para disminuir las calorías”.
Una avivada empresarial
En Argentina la práctica comercial es puesta en práctica por el 80 % de las industrias y consiste en reducir el contenido de los productos o aumentar el tamaño de los envases, provocando un engaño visual a los compradores, llevándolos a adquirir artículos con menos contenido en gramos o centímetros cúbicos.
Más inflación y menos ventas
El director del organismo de estadísticas de consumo, Miguel Calvete, explicó que “el trabajo detectó que, acompañando a la inflación y la caída en las ventas, las empresas realizan maniobras, con la complicidad de las grandes superficies de ventas, para sostener los márgenes de ganancias”. Y agregó que “no son precisamente medidas antiinflacionarias, sino que, por el contrario, funcionan como un disfraz para un abierto engaño al consumidor”.
Al respecto, el responsable detalló que “el estudio surgió luego de más de setenta denuncias recibidas por parte de consumidores que notaban que “mágicamente” unos cuantos productos se estaban “encogiendo” en las góndolas de los supermercados, una manera nueva de esconder las sostenidas y exorbitantes ganancias de las empresas”.
Estos fenómenos se registran en diferentes productos, desde las golosinas, pasando por los lácteos, hasta las galletitas. En ese sentido, el trabajo señaló que “un clásico ejemplo es el del reconocido chocolate Toblerone (de Mondelez) que en su aspecto exterior mantuvo el largo del envase tradicional, pero redujo el gramaje, que es notable al abrirlo en la cantidad de sus triángulos.
Más aire, menos producto
El sondeo también arrojó que “esta modalidad se lleva a cabo con los alimentos embolsados, donde el aire ocupa cada vez más espacio y el producto se reduce en cantidad en el mismo envase, que en letra pequeña corrige en reducción la unidad de medida correspondiente.
Otro caso emblemático es el de los purés instantáneos de papas, que colocando exceso de aire en las bolsas tradicionales de 125 gr., conservan casi el mismo volumen que las de 200 gr y visualmente el consumidor no detecta la diferencia y, por lo general, termina comprando dos envases porque lo que más se resalta es el rendimiento de porciones ( 8 o 5 ) y más pequeño el contenido en gramos.
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