Las alimenticias volvieron a liderar la inflación, en noviembre
Según datos de las consultoras, que serán validados por el Indec, la suba del sector rondaría el 3%. Mientras tanto, la Copal victimiza a la patronal alimenticia y niega que sean responsables de la inflación: “Somos la consecuencia”, dicen.
Las consultoras estiman que el rubro Alimentos y Bebidas se ubicará en un 2,8%. Así lo registraron remarcando que el INDEC validará las mediciones que ubican, nuevamente, al sector como responsable de la inflación.
Ello, pese a la postura de la Coordinadora de Empresas Alimenticias (COPAL) que preside el titular de la Unión Industrial, Daniel Funes de Rioja. El empresario sigue sosteniendo que sus representadas nada tienen que ver con la inflación.
Así lo dijo esta semana, otra vez, sosteniendo que las empresas alimenticias no son la causa de la inflación. “Somos la consecuencia”, afirmó Funes de Rioja, que volvió victimizar a la patronal alimenticia.
A pesar de ello, las cifras de la realidad dicen lo opuesto. Es que cada vez es más evidente para la sociedad que las empresas alimenticias son las que están movilizando la suba generalizada de precios.
Sucede que durante las últimas dos décadas subieron precios por encima del promedio general inflacionario de cada año, lo que marca la tendencia a acumular ganancias por encima de los costos, como sea.
Noviembre no es la excepción
Las consultoras dieron el dato que contrata el relato de las alimenticias. «La inflación general parte del 3% en el mes de noviembre con desaceleración de la categoría alimentos y bebidas al 2,8%”. El rubro viene en baja pero no rompen la regla de la baja de los precios.
Según Di Pace, “en el mes posterior a la implementación del congelamiento de precios observamos una inflación desdoblada en el mercado minorista con una importante variedad de productos de consumo masivo congelados en las góndolas en las grandes superficies”
La consultora registró una variación de precios en el resto de los canales como autoservicio nacional, chino y pequeñas despensas. Sin embargo, a pesar de los controles, las empresas del sector mantienen su tendencia a la suba de los precios de los productos.
Es decir que, noviembre no fue excepción. Las empresas alimenticias subieron nuevamente los precios, eludiendo el congelamiento dictaminado por el Gobierno. Así, mostraron desobediencia a las medidas oficiales para bajar la inflación.
Más datos, contra el relato
Por su parte, Consumidores Libres informó hoy que, según el relevamiento efectuado por la entidad en supermercados y negocios barriales de la ciudad de Buenos Aires, el precio de los 21 productos de la llamada “canasta básica de alimentos” tuvo un aumento del 2,57%.
Así, en noviembre hay una suma acumulada del 48%. El rubro que mostró mayor aumento fue el de carnes, con 3,09%. Esto contempla las subas de fin de año, típicas de las fiestas. Sin embargo lo que acarrea la suba mayor es todos los meses previos.
El estudio OJF & Asociados indicó que según sus mediciones, noviembre registró un 2,9% de inflación en el Gran Buenos Aires, mientras que la inflación Núcleo se ubicó en 3,3%. Claro que esto impacta en la Canasta Básica Alimentaria.
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Canasta navideña por las nubes
En estos análisis no se tienen en cuenta los aumentos de precios en los productos que componen la denominada “canasta navideña”. Un informe de Focus Market también detectó aumentos de hasta 80% en su relevamiento en 670 puntos de venta de todo el país.
“Los productos que más aumentaron con respecto al año anterior son los budines con un 77% y el champagne con un 72%», en tanto con respecto a los productos con menor porcentaje de aumento ubicaron el pionono con un 38% y el maní con chocolate con un 59%.
Por su parte, consumidores Libres reconoció que las canastas armadas por las grandes cadenas de supermercados mostraron subas que van desde el 33,36% al 80,08% con respecto a 2020. Claro que el abuso va directo a los bolsillos de los trabajadores y trabajadoras.
Las alimenticias presionan para tener «libertad de aumentos» en 2022
Las alimenticias no claudican y piden aumento. Tras el anuncio de Feletti de la prórroga consensuada de la canasta básica, Funes de Rioja, el presidente de la COPAL, dijo que “un congelamiento sin aumento es totalmente inadecuado”.
A pesar de las subas constantes de este año que deterioraron la canasta básica alimentaria y hundieron a miles de argentinos y argentinas en la pobreza, siguen planeando subas. Esta vez para el año que viene y con total falta de empatía social.
Es que las subas pegan derecho al bolsillo de los trabajadores y trabajadoras que ven perder poder de compra. Claro que según todas las consultoras y las cifras oficiales fueron las alimenticias las que encabezaron las subas de precios generalizadas.
A tal punto fue así que aumentaron por encima del promedio inflacionario anual. Es decir, que no subieron porque suben los precios sino que los precios suben porque son ellas las que aumentan de manera descontrolada y sin criterio social.
Evitar el congelamiento, para seguir subiendo
Como era de esperar, la patronal alimenticia empezó a jugar sus fichas para evitar que se extienda el congelamiento de precios en 2022. Esta decisión fue confirmada en las últimas horas por el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti.
Ahora fue la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), la que se niega a ir a un nuevo período de precios fijos. Esto impulsado por las gigantes del sector como Arcor, Molinos, Mondelez y Mastellone.
Es que estas empresas concentran el 95% del mercado de productos alimenticios y, claro está, acuerdan a puertas cerradas, subas de precios de los productos con total impunidad. Ello hace que aprovechen su situación monopólica y de concentración para sus propios intereses.
La COPAL presiona al Gobierno
Daniel Funes de Rioja, titular de la entidad que nuclea a las grandes empresas y titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) avisó que no le escapa a dialogar alternativas. Pero dejó en claro que la idea de las empresas no es validar un congelamiento sin actualización de precios.
“Un congelamiento sin aumento es totalmente inadecuado, lo fue el primero, lo fue el del medio y lo será el ulterior”, expresó Funes. Y agregó que “estamos dispuestos a conversar, y que luego el asunto se discuta dentro de cada empresa”.
El empresario, que representan desde la UIA el interés particular de las empresas alimenticias considera que “no hay cartelización del sector, sino realidades individuales”. El eufemismo encubre la realidad concreta de que las alimenticias acuerdan subas a puertas cerradas.