La Copal va por la UIA
Empresarios de las pequeñas industrias señalaron que el presidente de la Copal, Daniel Funes de Rioja, tendrá una gestión mas desafiante al Gobierno cuando ocupe la UIA.
De cara a la asunción del nuevo presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, prevén una central industrial desafiante y mayor distancia con los objetivos de bienestar social que persigue el gobierno nacional.
Empresarios de las pequeñas y medianas industrias compartieron el diagnóstico tras confirmarse que el representante de la patronal alimenticia será el nuevo titular de la UIA.
Funes de Rioja, como vocero de la Copal, se opone fervientemente al control de precios y alentó en distintas oportunidades a que las alimenticias desoigan los acuerdos con el gobierno
Desde dentro de la UIA esperan que el empresario siga representando a las gigantes alimenticias y los intereses exclusivos de los empresarios.
La COPAL va por la UIA
El titular de la Copal, que agrupa a la industria alimenticia, llega a la central industrial impulsado por las grandes empresas.
La Unión Industrial (UIA) tendrá a uno de los mayores lobbystas de las alimenticias al frente de la conducción desde junio.
Esto si se confirma la designación de Funes de Rioja como su nuevo presidente.
Se trata del abogado que dirige la Copal, una coordinadora de medio centenar de cámaras empresarias de la industria alimenticia.
Funes de Rioja ha sido, quizá, el empresario que más ha confrontado con el gobierno del Frente de Todos.
Aunque es vicepresidente de la UIA, sus posturas más elocuentes las ha manifestado en su rol de representante de Copal.
Te puede interesar –> La Copal se quejó por pagar impuestos… en la Mesa del Hambre
Alentar a no cumplir acuerdos
Funes ha estado en la mesa de negociación de todos los acuerdos de precios de alimentos.
Y a todos los ha impugnado considerando que no son la herramienta adecuada para vencer la inflación.
Para Funes de Rioja el gobierno debe dejar hacer a las empresas, debe abandonar el «intervencionismo estatal», como dijo en un reciente reportaje.
Si se le pregunta por el incumplimiento de las empresas alimenticias de los acuerdos de precios, Funes de Rioja responde con una panoplia de argumentos para enfatizar la situación de la industria alimenticia de víctima de los elevados impuestos, los costos laborales, el precio de los insumos, el control de cambios, el cupo a las importaciones y la falta de crédito, entre otros asuntos.
Lo cierto es que la industria alimenticia ha demostrado su capacidad de resistir las presiones del gobierno.
Y hacer de los precios de los alimentos una pesadilla para la población y para el gobierno.