Grandes alimenticias: una patronal sin ideas, ni responsabilidad
Tras el reclamo de paritarias por parte del Sindicato de la Alimentación (STIA), la patronal de las gigantes del sector continúan negándose a aportar propuestas. Así, pese a sus ganancias, forzaron la conciliación obligatoria y se estira el conflicto.
Las grandes empresas del sector alimenticio volvieron a prorrogar el conflicto iniciado con el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA), luego que los trabajadores volvieran a reclamar para la apertura de las paritarias del sector.
Es que según el convenio colectivo de trabajo 244/94, el planteo de una nueva etapa de negociación salarial para actualizar los sueldos del sector, por inflación, venció en mayo, por lo que el gremio inició las gestiones para la apertura de la mesa.
Sin embargo, la patronal de empresas como Arcor, Molinos, Mondelez, y Bimbo, entre otras, a través de las cámaras patronales del sector, volvieron a dilatar el conflicto para ganar tiempo y estirar el reclamo.
Es que, ante el pedido de aporte de soluciones y propuestas concretas para actualizar el salario de los trabajadores y trabajadoras, no llevaron ninguna iniciativa concreta a la mesa de negociaciones y forzaron la profundización del conflicto.
Paros en las plantas
En tal sentido el Sindicato de la Alimentación abrió una instancia de paros rotativos en las grandes empresas del sector, esta misma semana, para que las patronales se hagan eco del pedido justo y legítimo por parte del gremio.
Sin embargo, a través de las cámaras que los representan, los dueños de las empresas volvieron a dar la misma respuesta de desinterés, desidia y falta de responsabilidad con la que vienen contestando a los pedidos de los trabajadores.
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Es que no presentaron ninguna propuesta concreta a las necesidades actuales de los y las trabajadoras que acuden a sus trabajos, poniendo en riesgo su salud, acelerando su acumulación de ganancias y sin ninguna compensación correspondiente.
Gremio en lucha por los salarios
Como parte del programa pautado por el plan de lucha del elaborado por la FTIA el gremio inició paros durante el jueves y viernes de esta semana, en todas las plantas luego de las asambleas organizadas, pero debió frenarlas ayer viernes.
Así, el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA) decidió adherir a un plan de lucha nacional definido por la FTIA ya que la patronal se mostró completamente intransigente hasta ahora a negociar subas salariales.
La gota que rebalsó el vaso, fue la negativa por parte de las grandes empresas a reconocer económicamente el compromiso de los trabajadores que asisten a sus puestos de trabajo arriesgando su salud en plena pandemia de covid-19.
Es que los trabajadores y trabajadoras del sector se encuentran exceptuados de cumplir con el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) dictaminado por el Poder Ejecutivo para proteger a la población.
Sector esencial, sin reconocimiento patronal
Sucede que el sector alimenticio es considerado un área esencial para garantizar el abastecimiento de la población mientras avanza la pandemia de coronavirus y las personas cumplen con el aislamiento.
Sin embargo, las grandes empresas alimenticias se niegan a reconocer el esfuerzo y el compromiso de los trabajadores del sector, pero, además, el riesgo para su salud, que implica asistir a los puestos de trabajo.
Así lo manifestó la empresa Arcor, una de las mas grandes del sector alimenticio, que se niega a pagar un bono de diez mil pesos, en reconocimiento a la emergencia sanitaria que acarrea para los trabajadores entrar en contacto con otras personas.
Una patronal sin ideas, ni propuestas
La falta de propuestas por parte de la patronal del sector alimenticio, en este sentido, no hizo más que profundizar el conflicto y acelerar el reclamo de los trabajadores, que ahora debieron entrar en conciliación obligatoria.
“Pese a que la FTIA inició los procedimientos legales y administrativos correspondientes para que se convoque a la negociación paritaria, los representantes de la patronal no realizaron ningún tipo de ofrecimiento”, sostuvo el STIA.
Es más, hasta ahora, pidieron la postergación de las negociaciones y los representantes de la patronal se dedicaron a difundir que el sector atraviesa una situación de crisis, cuando no pararon de acumular ganacias subiendo precios por encima de la inflación.
Esta postura se enmarca en la victimización que iniciaron alegando que no es posible realizar actualizaciones salariales por la caída de las ventas en el marco la crisis desatada por la pandemia de coronavirus.
Conciliación obligatoria y dilación patronal
Finalmente, la patronal del sector alimenticio consiguió dilatar el reclamo de los trabajadores del sector, por la intervención del Ministerio de Trabajo que dictó la conciliación obligatoria.
Así, una vez más la patronal se niega a oir el reclamo obligando a la cartera laboral a intervenir y pedir una instancia de conciliación, a la que el gremio ya acató y que respetará, por su tradición democrática.
En este sentido habrá que esperar 15 días para esperar una respuesta de la patronal, si es que en este momento deciden tomar una decisión responsable y acorde a la situación que vive el pueblo argentino.
«Continuaremos exigiendo un aumento salarial digno», reclamaron desde el STIA.
Mientras el gremio reclama para que se otorgue un bono extra en reconocimiento al riesgo que implica que los trabajadores se vean exceptuados de la cuarentena y sigan haciendo acumular riquezas a las patronales del sector, en plena pandemia.
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