Arcor: acusan a la empresa por discriminación tras despedir a un trabajador enfermo
La patronal de Arcor no se pronunció al respecto del despido de un trabajador que padece diabetes, a quien dejó sin cobertura médica en medio de la pandemia de coronavirus.
Arcor despidió a un empleado que padece diabetes y lo dejó sin cobertura médica en medio de la pandemia de coronavirus.
De acuerdo a la denuncia del trabajador, el cese de la relación laboral le fue comunicada tras solicitar un cambio de turno.
El pedido del trabajador se realizó por recomendación médica con el fin de evitar el deterioro de su salud.
Desde la empresa no se pronunciaron al respecto tras el reclamo del gremio y la difusión del caso.
La justificación patronal
Según relata Agustín, en una notificación firmada por la escribana de la empresa, justificaban su despido acudiendo al segundo párrafo de un artículo que decía «que supuestamente no puedo adaptarme a los requerimientos del puesto de trabajo, por lo que me indemnizan con el 50%».
Ello a pesar que durante su cargo se batieron dos veces el récord histórico de facturación.
Te puede interesar –> STIA repudió el despido «discriminatorio» de un trabajador en Arcor
Avance judicial
Por tal motivo, un abogado ya inició el pedido judicial y realizaron la denuncia en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
Es que, según la Ley Nacional de Diabetes, el despido de un diabético por cuestiones de salud se considera discriminación.
«Yo no les exigí nada, sólo mi doctora lo recomendó», dijo el damnificado.
Por eso aseguró que «la empresa se quiso lavar las manos y no mantenerme rotando en un horario normal»
Sin cobertura social
Hoy, a dos meses y medio de su despido, sin obra social y viviendo solo en un departamento de la capital del país.
En tal sentido, su situación es complicada porque es una persona sin trabajo.
Pero, además, con una enfermedad preexistente, tiene casi imposible conseguir una obra social.
Sin obra social, los insumos que necesita para controlar su enfermedad se convierten en una fortuna que no tiene: una caja de insulina sale $16.000 y dura máximo dos semanas; y una caja de tiras reactivas que duran una semana sale $7.000.