La COPAL ya ve en Arcor las consecuencias del modelo de Macri

La Coordinadora de Industrias Alimenticias (COPAL), que preside Daniel Funes de Rioja, consideró que la delicada situación de Arcor es signo de lo que sucede en el sector alimenticio.

La COPAL consideró que la situación de Arcor refleja lo que sucede de manera general en el sector alimenticio.

Así lo manifestó su presidente, Daniel Funes de Rioja, quien dirige la entidad que nuclea a las patronales del sector.

Funes de Rioja reconoció las consecuencias del modelo de Mauricio Macri. Sin embargo, no hizo autocrítica de su postura y el respaldo que le brindó durante los últimos cuatro años,

Es que la caída de Arcor se observa en pérdidas que superan los $1.000 millones y tienen en vilo a los trabajadores que integran la planta de la alimenticia.

Las vacaciones adelantadas

El primer signo contundente de la crisis salió a la luz cuando Arcor adelantó vacaciones a unos 2.500 trabajadores de sus plantas en cuatro diferentes ciudades del interior del país.

Así, una de las empresas clave del modelo de Mauricio Macri decidió adelantar la licencia de su personal con un argumento crudo.

El de que sus stocks de diversos productos se encuentran sobrepasados ante un mercado interno que pide poco y nada.

Las vacaciones adelantadas de los operarios de las plantas de Colonia Caroya (Córdoba), Villa Mercedes (San Luis), Salto (Buenos Aires) y La Reducción (Tucumán) se suman a otras dificultades atravesadas por el mayor exportador de alimentos de la Argentina.

A lo largo de este año, cerró dos plantas de productos en conservas en San Martín (Mendoza) y ChoeleChoel (Río Negro).

Ambas pertenecían a La Campagnola, la tradicional empresa que adquirió en 2005.

En una de sus contadas declaraciones públicas, el presidente y CEO de Arcor, Luis Pagani, dijo abiertamente que la situación de Arcor no escapa a la realidad general del país.

«Buque insignia»

«Arcor es el buque insignia de la producción nacional», explicó Daniel Funes de Rioja, presidente de COPAL, la entidad que agrupa a todos los productores de alimentos.

«Aun con su liderazgo indiscutido no deja de estar en consonancia con el mercado y la caída en las ventas del sector», dijo Funes de Rioja.

De esa manera reconoció las consecuencias del modelo que apoyó y promovió durante cuatro años.

«Hay que tomar medidas para atemperar la situación. No es una crisis, sino que la contracción lleva a tomar decisiones de emergencia», agregó.

Una situación de todo el sector

Las turbulencias que sufre el buque insignia pueden expandirse y hacerse notar en el resto del sector.

Aún cuando, en comparación con otros sectores, Alimentación no fue de los más golpeados, si padeció la crisis.

Claro que la recuperación de Arcor y del sector en general dependerá de la recomposición del consumo y del salario.

Ambos, justamente, fueron los que Funes de Rioja se negó a reactivar al cruzarse con el gremio de la Alimentación durante las paritarias del sector, y que hoy entiende que hay que recuperar.

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