Las alimenticias otra vez aumentan sobre la inflación

El último informe del INDEC develó que la inflación de abril llegó al 3,4%. Pero en esa estimación quedó un dato al descubierto: las alimenticias aumentaron el valor de sus productos 10 puntos por encima de la inflación. Concentración, cartelización y ganancias extraordinarias.

Las empresas productoras de alimentos y bebidas quedaron al descubierto con el último informe del INDEC, cuando se conoció que detrás de la inflación mensual de abril se encontraba el dato de la suba acumulada de sus mercancías.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos reveló que la inflación de abril alcanzó el 3,4% que marcó una baja respecto a meses anteriores en los que las cifras del aumento de precios no detenían su marcha ascendente, producto de la devaluación.

Si bien la participación de Alimentos y Bebidas en esa medición de abril no se destacó como en meses anteriores en los que protagonizó la suba generalizada de precios, si obtuvo un valor considerable por debajo del promedio al ubicarse en el 2,5%.

Inflación acumulada

La cifra inflacionaria del mes pasado, sin embargo, no puede ser leída aisladamente. De hecho, otro de los datos importantes es que en el acumulado de inflación (el índice que estudia la evolución de los últimos 12 meses) se observa un dato paradójico.

Aún cuando la suba de precios acumulada a lo largo del último año fue del 55,7%, las empresas alimenticias aumentaron precios casi 66%, lo que configura una suba de precios de diez puntos por encima de los valores acumulados de inflación.

La estrategia de las empresas alimenticias grandes va afirmandose año a año con los procesos devaluatorios que el Gobierno nacional deja correr. En primer lugar ganarle a la inflación y despues desoir cualquier tipo de sugerencia para tener compromiso social.

Grandes alimenticias como Arcor, Mondelez, Molinos, Mastellone, Unilever, Danone y Granja Tres Arroyos demuestran año a año que no tienen ningún interés en bajar el valor de sus productos, aún cuando sus decisiones pauperizan el salario y la capacidad de compra obrera.

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¿Y el pacto de caballeros?

Mientras el gobierno nacional sigue apostando a montar escenarios televisivos en lugar de medidas concretas contra la suba descontrolada de precios los trabajadores no van a poder encontrar ni en la política ni en los empresarios una solución.

El encuentro entre los empresarios nacionales y el Gobierno de Mauricio Macri para definir el congelamiento de precios se va convirtiendo rápidamente en una puesta en escena dantesca para que Cambiemos no permita que se filtre lo que le queda de capital político de cara a la sociedad.

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A medida que pasa el tiempo se va haciendo más evidente que la inflación y su impacto en el bolsillo de los trabajadores no es una preocupación ni para el Gobierno nacional ni para el empresariado. Es por eso que la alternativa no puede salir de allí.

El «pacto de caballeros» del ministro Nicolás Dujovne tendría que haber sido precedido por una medida del propio gobierno tendiente a que las alimenticias reduzcan sus márgenes de ganancia para evitar el impacto terrible de la inflación en la econt de los trabajadores.

Concentración y cartelización

Las grandes alimenticias son el ejemplo exacto que permite entender esta suba descontrolada de precios, incluso por encima de la inflación generalizada. En primer lugar aumentar los precios por arriba de la inflación no es azaroso, como no lo es, tampoco, que las paritarias se negocien por debajo de ella.

Los empresarios tienen claro el valor inflacionario y estiman de antemano (con mucho tiempo de anticipación) sus márgenes de ganancias. De hecho, avanzan rápidamenteen dirección a concentrar más y más segmentos y empresas del mercado para aumentar la concentración y favorecer la cartelización.

Cómo ocurrió esta semana con Arcor y Mastellone las compañías de alimentos están acelerando sus procesos de concentración y eso hace que monopolicen la producción favoreciendo el aumento del valor de sus productos por la falta de competencia.

Otro de los casos es el de Molinos Río de la Plata, que esta semana publicó su balance 2019 en el que reveló ganancias por 657 millones. La alimenticia fue una de las que apostó a la suba indiscriminada de precios de sus productos motorizando la inflación.

Arcor y Molinos son las empresas más grandes del mercado de alimentos, y entre las dos controlan casi el 80% de lo que se produce y vende en el país.

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En ambos casos las experiencias relatadas tienden a la cartelización de las góndolas que viene siendo denunciado de manera constante por el impacto que tiene para el bolsillo de los trabajadores.

Abril terminó con los caballeros

Según los datos de abril, difundidos por el INDEC el aumento en alimentos se sitúa, por primera vez, en el año por debajo del Indice de Precios al consumidor (IPC). Es por eso que la inflación de alimentos acumula 19% en sólo 4 meses y un impresionante 66% en el último año.

En el acumulado de los últimos 12 meses, la inflación de alimentos sólo es superada por los ajustes en el Transporte público (68%). De hecho, en un informe previo quedó develado que algunos productos aumentaron hasta 165% en 12 meses.

Así, el pacto de caballeros se parece cada vez más a lo que se sospechaba que era: una farsa electoral.