“Asistencialismo”, la solución empresaria al pedido de paritarias

Mientras los empresarios de Alimentación dilatan y se resisten a reabrir paritarias, el presidente de Arcor, la alimenticia más importante del país, sugirió que la crisis sea sostenida “con mucho asistencialismo”. Mientras, el INDEC informó otra caída de la actividad.

En un contexto donde se multiplican los despidos, las cesantías, cierres de empresas y pedidos preventivos de crisis en el sector alimenticio, el presidente de Arcor, Luis Pagani, salió con una declaración que grafica la mirada “ceocéntrica” del empresariado nacional.

Mientras la Federación de Industrias de la Alimentación (FTIA) choca con una patronal que se niega a negociar paritarias, por muy justo que sea el reclamo, y que, además, retacea hasta el bono de fin de año, Pagani llamó a apostar “al asistencialismo” para paliar la crisis.

El empresario alimenticio consideró que para 2019 “veo un año en el que se va a necesitar mucho asistencialismo”.

Miopía social empresaria

La sugerencia es toda una definición de la mirada de un sector que da evidencias de no tener el menor interés en entender el sistema productivo de manera orgánica, integrando a los trabajadores como parte de las fuerzas necesarias para su sustentabilidad.

Es que mientras se niegan a ofrecer respuestas firmes al pedido de reapertura de paritarias, y retacean el bono de fin de año, amparándose en la estructura fiscal de las pequeñas industrias, llaman a aplicar políticas “parche” para quienes ellos mismos expulsan del sistema.

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos comunicó en un informe, ayer viernes, que en septiembre sucedió una caída del 5,8 actividad industrial. Es que la caída del consumo y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios viene impactando en la producción industrial.

En ese sentido, las expresiones del presidente de Arcor van, incluso, a contramano del discurso de creación de trabajo genuino y de calidad con el que el gobierno de Mauricio Macri insiste desde su asunción en el 2015.

Sin embargo, antes de arriesgarse a ofrecer esa salida para las miles de familias que van quedando afuera del modelo económico, Pagani elogió la devaluación que llevó a pauperizar el nivel de vida de los trabajadores y a erosionar la capacidad de compra de los salarios.

El CEO de Arcor aseguró, en una entrevista otorgada al medio “Fortuna”, que “el dólar alto ayuda a los empresarios”, sin tener en cuenta las dificultades y dramas que la megadevaluación ocasionó en la vida de los trabajadores.

Asistencialismo por paritarias

Si se mira puertas adentro del sector alimenticio, cabe recordar que Arcor fue de las primeras empresas que salió a rechazar el llamado a renegociar paritarias por parte de la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación.

Al igual que el resto de los empresarios del sector representados en la Unión Industrial Argentina, Pagani se mostró esquivo a volver a sentarse en la mesa de negociaciones con los trabajadores del sector para rediscutir una suba de los salarios.

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De hecho, las plantas de Arcor fueron las que sintieron con mayor impacto la protesta del Sindicato de la Alimentación (STIA), luego que fuera levantada unilateralmente la mesa de negociación por parte de las cámaras alimenticias.

La solución ofrecida por Luis Pagani para paliar la dura situación que atraviesa el movimiento obrero, parece, en este sentido, una burla. Sin embargo, al momento de sentarse a resolver este tema con seriedad, él y sus colegas levantan unilateralmente la discusión.

Otra audiencia sin respuesta patronal

El miércoles los empresarios del sector alimenticio debían llevar a la mesa de negociación con la Federación de Trabajadores de la Alimentación (FTIA), una propuesta que respondiera al pedido de reapertura de paritarias, pero no lo hicieron y el cuarto intermedio pasó al 6 de diciembre.

Una vez más las cámaras empresariales apostaron a la dilación como método, al momento de verse interpelados por la sociedad para que tomen intervención ante el deterioro del suedo a manos de la inflación.

Si en lugar de ampararse en bonos que apenas compensan la suba de precios y si dejasen de apostar al prebendismo estatal para resolver las crisis, posiblemente hoy los trabajadores no deberían recurrir a medidas de fuerza para obtener un diálogo serio con los empresarios.

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La recomposición salarial es una decisión que impacta directamente en el consumo y, por ende, en la producción empresaria. Sin embargo, se necesita de una patronal que deje de lado sus mezquindades y su miopía social, parece, para que el tema entre en su agenda.

Volvió a caer la actividad industrial

Paradójicamente, tras las declaraciones de Luis Pagani, el INDEC reveló las cifras de la actividad industrial de septiembre. Ese mes la caída fue del 5,8% e impactó en todos los rubros de la industria.

De acuerdo a las cifras del Indec, es la segunda mayor baja del año y la sexta consecutiva. En lo que va de 2018 la economía se contrajo 1,5 por ciento.

Los datos divulgados ayer viernes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos reflejan un año marcado por la crisis cambiaria, las altas tasas de interés y una fuerte retracción del consumo.

La rama de actividad con mayor incidencia en la contracción interanual del indicador fue la industria manufacturera con una baja del 10,8 por ciento en la medición interanual.

¿Y el trabajo de calidad?

Una vez más el discurso del gobierno nacional de apostar a la creación de empleo de calidad choca contra los objetivos de su gestión. Frente a la atenta mirada de Macri, sus aliados apuestan a soluciones que salvan a un puñado de ricos y pauperizan a la sociedad.