Las alimenticias ya hablan de «hiperinflación» en Argentina
Las multinacionales alimenticias adoptaron normas especiales de contabilidad en nuestro país que se adaptan en la categorización internacional a lo que se define como «economías con hiperinflación». La convención corresponde a los principales estudios de auditoría del mundo.
Por convención de los cuatro principales estudios de auditoría contable del mundo, Argentina califica como «economía hiperinflacionaria» por parte de las empresas multinacionales argentinas.
La recategorización obliga a multinacionales varias a adaptar sus balances con esos criterios.
Las multinacionales califican al país de esa manera ante sus accionistas.
Se trata de mega-empresas de la talla de Unilever, Nestlé, Mondelez, Kimberley-Clark, Massalin, Ford, Acelor Mittal, Bunge, Cencosud, Carrefour, Pfizer, Johnson & Johnson, Novartis, IBM y General Electric.
Las empresas advirtieron a sus inversores que el manejo de los activos y de los pasivos monetarios, la política de stocks y de ventas de parte de la filial local debe ser analizada bajo los parámetros de una economía hiperinflacionaria.
Nos parecemos a Venezuela
El mismo criterio se utiliza para leer los números de las filiales en Venezuela, que sugestivamente tiene valores inflacionarios similares.
De esta manera queda confirmado que las compañías cambiaron los criterios de los balances.
Básicamente, se trata de una especie de dolarización de los balances locales. Al mismo tiempo, tratan de llevar calma a sus accionistas diciendo que la incidencia del negocio en la Argentina no afecta a la rentabilidad global.
Calificación hiperinflacionaria
La calificación de economía hiperinflacionaria tiene que ver con normas internacionales de información financiera, que definen esa categoría para mercados con inflación mayor al 100 por ciento durante los últimos tres años, lo cual se produjo a mediados de 2018.
Las empresas globales de auditoría emitieron recomendaciones contra el “efecto Argentina”.
Las alimenticias y la hiperinflación
“Ha habido una devaluación significativa en Argentina y su economía es ahora considerada como hiperinflacionaria, con lo cual la suba de precios es excluida de la suba de las ventas generales desde el 1 de julio”, informó el jueves pasado Unilever a sus accionistas.
Mondelez, otro gigante de la alimentación, aclaró en su reporte trimestral del segundo trimestre que “Argentina es una economía altamente inflacionaria. Cambiaremos la moneda de análisis desde el peso argentino al dólar, activos en pesos serán medidos en dólares”.
La operatoria nacional explica el 2,1 por ciento de las ganancias de la firma.
Por su parte la cerealera Bunge informó que “desde el segundo trimestre, la economía argentina debe ser considerada como altamente inflacionaria, por lo cual las subsidiarias cambiarán su moneda de cuenta al dólar».
También IBM consideró a la economía argentina como hiperinflacionaria.