(In)capacidad instalada: la patronal alimenta el derrumbe productivo

El Indec difundió el informe que muestra la crisis endémica de la industria nacional, con otra caída de la capacidad instalada. Sin embargo las patronales critican a los gremios que piden terminar con los despidos y reabrir paritarias para buscar soluciones movilizando el consumo.

La respuesta de los empresarios a la exigencia de reabrir paritarias por parte de los trabajadores llegó con críticas y reticencias a pesar que el reclamo podría modificar significativamente el panorama económico de la industria nacional.

Es que el informe del Indec publicado el jueves sobre la capacidad instalada de las empresas nacionales deja un alarmante llamado de atención sobre el estado de la estructura productiva de nuestro país.

El mes de septiembre marcó el cuarto mes consecutivo de caída de la capacidad instalada de la industria nacional, dejando una cifra preocupante de 60%. Es decir que las empresas hoy están teniendo, décimas más o menos, un 40% de capacidad ociosa.

La medición deja en evidencia el problema estructural de la productividad y el impacto en el sostenimiento y la estabilidad del empleo del sector, con su consecuencia en el consumo y el poder de compra del salario.

Pero, además, socava el poder de negociación de los gremios que cada vez se ven más interpelados por las bases a tomar acciones contundentes para conservar los puestos de trabajo frente al avance de los empresarios.

Los sindicatos necesitan producción

La última de esas acciones se realizó la semana pasada cuando los sindicatos que representan a los trabajadores de las industrias más sobresalientes y competitivas del país exigieron, ante el ministerio de Producción, que se termine con los despidos y se abran paritarias.

Los Sindicatos, entre los que se encontraba el de Alimentación (STIA) fueron acompañados por empresarios de pequeñas y medianas empresas (PYMES) que reclamaban por medidas del gobierno tendientes a reactivar el consumo.

Empleo: el sector alimenticio trabaja al 60% de su capacidad instalada

Allí, la Confederación General del Trabajo (CGT) emitió un duro comunicado sobre la situación actual de despidos y caída del salario.

Al reclamo le prosiguió el llamado a reabrir negociaciones paritarias con las cámaras empresariales, y que, a pesar de ser medidas tendientes a movilizar la capacidad productiva de las empresas, fue tomado de una manera distante por la patronal.

El INDEC y un informe alarmante

El INDEC reveló que la utilización de la capacidad instalada en la industria descendió al 63% en agosto, su cuarta contracción en forma consecutiva, con relación a igual mes de 2017.

Los bloques sectoriales que mostraron niveles de uso de la capacidad instalada superiores al nivel general son industrias metálicas (85,2%), refinación del petróleo (78,1%), productos del tabaco (76,7%), papel y cartón (76,1%), y productos minerales no metálicos (72,1%).

Por su parte los sectores que se ubicaron debajo del nivel general son alimenticios y bebidas (61,7%), caucho y plástico (57,6%), automotriz (57,3%), químicos (54,1%), metalmecánica excepto automotores (53,9%), edición e impresión (53,9%) y textiles (53,4%).

En Alimentación llamaron a Paritarias

El Sindicato de la Alimentación (STIA) la semana pasada hizo pública su posición de convocar a las cámaras empresarias del sector a pesar que para la entidad que coordina a la patronal alimenticia (COPAL) “no se erosionó el salario”.

Es claro que los gremios siguen apostando al modelo de sostenimiento del empleo, suba de salarios y, consecuentemente, generación de consumo interno para que la capacidad de las empresas locales también se reactive.

“Los permanentes fracasos de la política del gobierno nacional han pulverizado los salarios de los trabajadores, jubilaciones, profesiones, sectores medios y populares del país” dijo el consejo directivo del STIA al justificar su reclamo por la reapertura salarial.

Entre otro de los gremios que llamaron a renegociar salarios Alimentación remarcó que “se convocó a los paritarios de la cámara empresarial para actualizar los salarios de los trabajadores de todo el país, sin aceptar fraccionamiento de ninguna índole”.

La capacidad instalada y la incapacidad patronal

Aún cuando el reclamo de los sindicatos para abrir la negociación salarial es un mecanismo que puede impactar positivamente en la reutilización de las capacidades productivas de las empresas, los ejecutivos mostraron resistencia otra vez, sobre subir salarios.

“Tomamos con sorpresa el llamado a reabrir negociaciones salariales por parte del Sindicato de la Alimentación (STIA) porque todavía de ninguna manera se ha erosionado el poder de compra del convenio firmado en junio”, dijo el titular de la COPAL, Daniel Funes de Rioja.

La resistencia por parte de los empresarios es un síntoma de que las actuales medidas económicas del gobierno nacional tiene legitimidad entre un sector grande del empresariado nacional que apuesta a la exportación.

Paritarias en Alimentación: para la COPAL “no se erosionó el salario”

La inflación no es la salida

La incapacidad de los empresarios para vislumbrar el beneficio en el que podría redundar la suba de salarios y la renegociación de paritarias se vio reflejada, también, en la nueva alza de precios que cinco consultoras estimaron en 7% durante el mes pasado.

Allí también Alimentos y Bebidas movilizó la inflación de septiembre con una variación de 6%. Las alimenticias fueron las primeras en anunciar el traslado a precios de la devaluación del mes de mayo, subiendo precios hasta en un 30%.

Cinco consultoras entre las que se encuentra Eco Go, Sigaut Gravina, C&T Asesores, el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) y el Relevamiento de Expectativa de Mercados (REM) estimaron una inflación no menor al 44% para el año.

Lejos de resolver esto, la inflación asfixia el consumo aún más y vuelve más inestable la ocupación de la capacidad ociosa de las empresas.