SENASA: los despidos encienden nuevas alarmas por riesgo alimenticio
Se alerta por el riesgo fitosanitario para la población por los despidos y recortes en el organismo
Tras la declaración de productores del NOA, apareció un documento de la Asociación de Profesionales Universitarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería de La Nación (APUMAG), que alerta sobre el riesgo alimenticio para la población por los despidos y recortes en el organismo.
Profesionales universitarios nucleados en la APUMAG advirtieron sobre un agravamiento del riesgo sanitario ante la «brutal reducción» de los fondos presupuestarios del SENASA destinados a las tareas operativas previstas para 2018.
Según destacaron, la decisión impactará gravemente en los objetivos las principales luchas fitosanitarias. También señalaron que con tres emergencias vigentes desde 2017 apenas si pudieron cumplirse las mínimas expectativas y la amenaza del HLB sigue ominosamente pesando sobre la citricultura.
«La invasión de Langostas más grande de los últimos 40 años, apenas se está combatiendo con el entusiasmo y compromiso de unos pocos técnicos y paratécnicos en su mayoría contratados bajo la modalidad ArgenInta», apuntaron.
A través de un comunicado, el gremio denunció que estos técnicos sufren un atraso de más de cuatro meses en el pago de sus viáticos por traslados y aun así siguen al frente de una de las mayores luchas fitosanitarias de los últimos tiempos.
La reducción presupuestaria agravará aún más la situación en 2018. La Polilla de la Vid – Lobesia botrana- sigue incrementando su presencia en las provincias de Mendoza y San Juan y los primeros focos aparecidos en Salta en 2017 tienen con el Jesús en la boca a los productores de La Rioja y Catamarca, las últimas provincias vitivinícolas libres de la plaga.
En el Programa de Supresión de Carpocapsa las supervisiones y la evaluaciones de daños de la campaña 2017 no han podido hacerse. El año 2018 nació muerto para estas actividades. Lo mismo sucede con la acciones de vigilancia en Tremex fuscicornix y Xilella fastidiosa. Y siempre por la misma razón: falta de presupuesto.
Un párrafo aparte merece la situación de la Certificación Fitosanitaria. En la Región de Cuyo, por ejemplo, los viáticos de octubre, noviembre y diciembre de ese centro de costos no han sido aprobados. La totalidad de estos viáticos se solventan con el pago realizado por los usuarios en el marco de la Resolución110/98 que según información de la sede central se daría de baja a partir del 1 de marzo de 2018.
Esto significará que no habrá fondos para los traslados de los inspectores certificantes con lo cual quedan solo dos caminos: o todas las inspecciones se harán en puertos, pasos fronterizos y plazoletas fiscales o la Inspección Fitosanitaria de Exportación se privatizará definitivamente con todos los riesgos y las consecuencias a largo plazo que esto implica.
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