Lamentable ardid para hacer renunciar a trabajador en Arcor
Una empresa de limpieza que presta servicios a Arcor amenazó a un trabajador con inventarle una causa para obligarlo a renunciar. El empleado decidió encadenarse a la oficina que LX Argentina SA tiene dentro de la planta de Arcor ubicada en Córdoba.
El Sindicato de la Alimentación (STIA) se puso en guardia en Arcor por el ardid patronal para obligar a renunciar a un trabajador de la empresa.
Se trata de un trabajador de limpieza que protestó encadenado en la sede de la alimenticia tras ser extorsionado para que renuncie.
Reclamo en Arcor
La medida de fuerza del trabajador de la empresa de limpieza LX Argentina SA, que presta servicio de higiene industrial, despertó la solidaridad de muchos trabajadores y trabajadoras.
Diego, empleado de la firma LX Argentina, decidió encadenarse a la oficina montada en un contenedor que tiene la empresa dentro de la planta Arcor Chocolates.
El trabajador denuncia que lo amenazaron con inventarle una causa por robo para forzarlo a que renuncie pero el trabajador no cedió.
La práctica de obligar a los trabajadores a renunciar tras unos meses de prestación de servicios, es habitual y tiene como objeto evitar relación de dependencia.
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Desde el STIA lo acompañan
Tras presionarlo para que renuncie, y que el trabajador de nombre Diego se rehúse, la empresa de limpieza lo despidió sin más. Decidió encadenarse a la oficina que LX Argentina SA tiene dentro de la planta de Arcor ubicada en Córdoba.
Así lo explicó Luis Jones, delegado del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimencitia (STIA).
«La empresa se maneja de esa manera en complicidad con Arcor.«, disparó.
«Hay un sinnúmero de chicos que los toman, los tienen 3 meses y los despiden sin pagarles el sueldo. Te encontrás con estos abusos y atropellos a la gente que necesita trabajo.», señaló directo a LX Argentina.
Y agregó: «No le dieron otra opción. Llegado a la instancia que él no renuncie para irse con su legajo limpio, lo despiden, como ya lo han hecho con seis chicos más ya pero él decidió por su necesidad económica encadenarse en la oficina que la empresa tiene acá.»
El trabajador había ido a renunciar pero cuando salió del correo con el telegrama en la mano lo pensó dos veces, volvió y lo anuló. «Yo ahí recapacito y me dije ‘No puede ser que me deje llevar por delante’, si yo no he hecho nada malo, no he robado, no he hurtado, nada.»
Lo llamaron para avisarle que estaba despedido y que ya no se presentara. Ahí tomó la decisión: «Me encadeno acá en forma de reclamo hasta que solucionen mi situación.». Todavía espera.
Malnacidos. Y después hablan de responsabilidad social empresaria.